domingo, 3 de septiembre de 2023

YO QUIERO RENEGAR O "DESJURAR"* DE MI JURA DE BANDERA


Alberto Alonso

Me entero de que el alcalde de Oviedo va a organizar una jura de bandera para los que no juraron en su día, supongo que será por no haber ido a la mili, y, en relación con esta ceremonia, se me ocurre quitarme una espina que tengo clavada desde hace más de cincuenta años.

Muy a finales de diciembre del 69 cumplí veintiún años y en los primeros días de enero de 1970 me llevaron a la mili. No tuve oportunidad de hacer la milicia universitaria o de conseguir la prórroga por estudios, ya que estaba recién salido de la cárcel en libertad provisional en espera de juicio ante el Tribunal de Orden Público por pertenecer al PC, y ya os podéis imaginar el trato que se daba en 1970 a los que militábamos en “El Partido”.

Después de pasar una temporada en El Ferral, nos bajaron a León a jurar bandera y fue un caso destacado, no porque fuera mi jura de bandera, por supuesto, sino porque asistió por primera vez a un acto de este tipo el entonces príncipe Juan Carlos, que hoy es una vergüenza para los españoles por su conducta cuando pasó por la Jefatura del Estado como heredero del dictador Franco.

El caso es que juré bandera en un régimen político antidemocrático, con lo que ello conllevaba de fidelidad a unos principios que cualquier demócrata rechazaba con rotundidad, y lo hice porque no me quedaba otra alternativa razonable, ya que negarme a prestar el juramento me llevaría ante un tribunal militar, cuando ya estaba pendiente de juicio ante el TOP, que finalmente me impuso un año y tres meses de prisión. Fue pues una jura de bandera a la que no presté libre consentimiento, sino que lo hice únicamente por evitar los males que me vendrían de inmediato a pesar de que fueran enteramente injustos. No olvidemos que estábamos en una dictadura de corte fascista represora de las más elementales libertades políticas.

En definitiva, sin oponerme a la jura de bandera de quienes no lo hicieron en su día y quieran hacerlo ahora, allá ellos, propongo que a los que juramos bandera en la dictadura franquista se nos permita, en condiciones de igualdad, dejar públicamente sin efecto aquel juramento prestado en un momento de falta de libertades públicas.

*Creo que renegar de lo que se juró se llama abjurar, pero prefiero lo de “desjurar”, palabreja que me invento porque me parece más expresiva de lo que quiero, y que ya escribí más arriba.

DdA, XIX/5.433

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