Félix Población
La vicepresidenta segunda en funciones no sabe si va a ser ministra del próximo gobierno de coalición, si lo quieren los dioses. Eso es lo que ha dicho en un medio informativo, sabiendo conscientemente que lo será, y muy posiblemente repitiendo cargo en el ejecutivo, al que llegó después de la dimisión de Pablo Iglesias, a cuyo partido debe lo que es. También es muy probable que en ese nuevo gobierno esté su camarada Errejón, con el que tan bien confraterniza a la hora de dejar atrás a quienes fueron sus compañeros en la lucha política para pugnar por acomodarse a la estela del Partido Socialista. Tengo bastante claro que contando con esas dos personas en el gobierno, Pedro Sánchez va a dar la razón a sus amigos cuarentones y cincuentones y no renombrar a Irene Montero como ministra de Igualdad. Me dicen que esto es algo sobre lo que Sánchez no deja de dar vueltas, sobre todo a partir de la actitud de las futbolistas de la selección nacional campeona del mundo, que se han pulido a los próximos a Rubiales en la correspondiente federación. El comportamiento de esas mujeres, dentro y fuera del terreno de juego, ratifica la importancia y valor de la Ley del sólo sí es sí, la ley por la que doña Yolanda apartó a Montero de las listas electorales, contribuyendo al fracaso de su movimiento, y por la que Sánchez podría hacer lo mismo, a riesgo de ir en contra de lo que La Roja femenina ha enseñado al mundo. Pedro Sánchez debería recapacitar: lo de doña Yolanda con Irene Montero no sumó, restó.
DdA, XIX/5.450
No hay comentarios:
Publicar un comentario