Lourdes Prieto
Sé que dicen que, a partir de una edad, perdemos memoria. Se supone, sin embargo, que adquirimos sabiduría. He empezado a dudarlo. Tal vez la sobredosis de tele perjudica:
Observo en muchos jubilados el gesto ácido y malhumorado que tantas veces luce esa derecha gritona, afincada desde hace años en el falseo del mundo, en el destrozo de la alegría.
Nos quieren tristes.
Pero ¿No saben quienes tienen mi edad que vivimos en un país diverso, por fortuna, pero al fin en paz y con más protección y derechos? ¿Que el gobierno al que miran de través ha aumentado la protección y los salarios de sus hijas e hijos, las becas de sus nietos?
¿Que han subido sus pensiones? ¿Que un poco se han movido las leyes para acercarnos la posibilidad de una muerte más dulce, más digna? ¿No se alegran de tener viajes más baratos y, a veces, gratuitos, de poder ir al cine más barato? ¿De los IVA que han bajado? ¿De no tener ya aquel Rajoy tremendo de los sobres que, en cuanto tuvo mando, subió impuestos, bajó nuestras pensiones y convirtió el país en un lugar de banderazos de todos contra todos?
Os miro, compañeras, compañeros y os entiendo muy poco.
Conmigo no contéis para el enfado. Soy feliz y votaré otra vez izquierda.
DdA, XIX/5.356
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