martes, 23 de mayo de 2023

EL RACISMO DEBE SER MOTIVO DE SUSPENSIÓN DE LOS PARTIDOS DE FÚTBOL



Félix Población 

Sólo nos faltaba eso. Después de haber soportado en el transcurso de nuestra reciente historia una de las dictaduras más prolongadas del planeta, sufrido el envenenamiento masivo de miles de personas a causa del aceite tóxico sin que lo pagaran los responsables, soportado un intento de golpe de estado sobre el que aún desconocemos muchas cosas y padecido unos atentados terroristas en 2004 sobre el que el propio gobierno nos mintió con tal de apañar votos en las urnas*, este país es ahora actualidad por el nauseabundo espectáculo ofrecido en un gran estadio de fútbol en el que una parte de los espectadores mostraron su miserable catadura con gritos racistas contra uno de los futbolistas del equipo visitante. 

No es la primera vez que esto ocurre y muy posiblemente seguirá ocurriendo, como también pasa en otros países, ciertamente, pero me parece que allí donde ocurre se toman medias más drásticas que en España. Al menos, tengo la sensación de que en nuestro país son más frecuentes estas lamentables incidencias. En esta ocasión, por ser brasileño el futbolista del Real Madrid el agraviado, hasta el propio presidente de aquel país ha tenido frases condenatorias muy explícitas que espero tengan repercusión en España, por lo que la vergonzosa noticia ha tenido mayor alcance mediático.

Lo justo y sensato siempre que se da una circunstancia tan deplorable y repugnante para la ciudad en la que ocurre, es que los futbolistas de los dos equipos se retiren del campo, si es que el árbitro no quiere tomar esa medida. En un mundo en el que las ideologías más reaccionarias y proclives a la xenofobia y al racismo experimentan un crecimiento preocupante, no se puede tolerar que un espectáculo futbolístico continúe como si tal cosa a partir del momento en que uno de sus protagonistas es vejado por los gritos de unos ernergúmenos. 

Esto es algo que ocurre, sobre todo, en el fútbol, por lo que se supone que desde las instancias competentes no se han tomado ni se toman las medidas correspondientes para evitarlo. Me parece que una de ellas, aparte de las penales contra los implicados por delito de odio, sería suspender el partido y dejar a los dos equipos contendientes con cero puntos, como si no se hubiera celebrado el encuentro. Creo que de ese modo se acabaría por la vía de urgencia y de modo radical, que es el conveniente, con la lacra racista en los estadios ese deporte.

*No puede faltar en esta ristra de desgracias la imagen que desde hace unos años está dando el anterior Jefe del Estado, volviendo a dejar a la institución monárquica en franca decadencia.

Léase@también: Vuelco electoral por el caso Vinicius, por Gerardo Tecé (CTXT)

      DdA, XIX/5.355       

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