lunes, 3 de abril de 2023

BRUTO, JUDAS Y YOLANDA DÍAZ


Manuel Santana

Resulta difícil librarse de la sensación, tras un concienzudo paseo por las redes, de que la guerra abierta a la izquierda del PSOE esta provocando una marea de indignación que sólo un ciego se negaría a reconocer. Probablemente porque, en eso a lo que estamos asistiendo, se concitan todos los ingredientes que hacen que el desfile de acontecimientos configuren la irrupción de un instante dramático, literario, casi shakespeariano, en el rango de cosas que pueden llegar a revolver las tripas y apelar virulentamente a las emociones. 

Un líder que fundó un partido, logrando llevar al gobierno, por primera vez en democracia, contra el viento, la marea y el estado,  a una opción política a la izquierda del Psoe.

Una política gallega, conocida en su casa a la hora de comer (no es Manuela Carmena), a la sazón Ministra, Vicepresidenta y líder de la izquierda, gracias a quien la designó como tal sabiendo que no era de su partido, al que poco después ella traicionaría, ninguneando al partido que la puso donde está, y que dinamitó el mapa político en España.

Una IU que estaba en contra de entrar en el Gobierno, y cuyas complicidades presentes urde con un Iñigo Errejón que se opuso a la alianza entre estos y Podemos en 2016. Un político este con un sentido peculiar de la unidad, pues la busca en el parlamento en el que sólo tiene 1 escaño (España), pero la rechaza en el que tiene 24 (Madrid).

No me cabe duda, como Sumar ha demostrado hoy, de que el proyecto de Díaz contará con sus apoyos, pero muy alienados deben estar sus spin doctors, o muy abducida tiene la gallega que sentirse por los cantos de sirena con los que el sistema parece agasajarla,  para no ver que la lucha por el relato puede ser imposible de disputar si no es incluyendo a Podemos en una unidad sincera, en la que las partes lleguen menos heridas de lo que llegaron en Andalucía (5 escaños) al final de la batalla.

   DdA, XIX/5.416   

No hay comentarios:

Publicar un comentario