Félix Población
Para evitar sentencias tan deplorables como la de la Audiencia Provincial y el Tribunal Superior de Justicia de Navarra por una violación en Pamplona en 2016 con el llamado caso La Manada, España vivió las mayores convocatorias feministas de la historia en sus calles. Hubo entonces un magistrado que incluso no vio delito alguno en aquella violación grupal, calificada de abuso sexual, porque se consumó según su criterio en un “ambiente de jolgorio”. Aquellas manifestaciones multitudinarias hicieron posible con el actual gobierno de coalición la que se conoce como Ley del solo sí es sí.
La ley que ahora el PSOE pretende retocar, amedrentado por una alarma mediática similar a la que en su día tuvo la Ley contra la Violencia de Género aprobada en la primera legislatura de Rodríguez Zapatero, es la más avanzada de la Unión Europea. Leyes similares a la española están vigentes en 13 países del continente y con penas menores a la nuestra, sin que en ninguno se diera la oposición mediática y judicial que se está organizando en el nuestro, similar a la ocurrida en 2004 con la ley de Zapatero.
Se plantearon entonces 200 cuestiones de inconstitucionalidad y aumentaron en un 160 por ciento los sobreseimientos. También la ministra de Igualdad de aquel ejecutivo, Bibiana Aído, como ahora Irene Montero, instaba a los jueces a que cumplieran la ley.
En aquella bronca legislatura de la oposición, con una derecha judicial y una derecha mediática respirando similares y airados enconos, Zapatero mantuvo el tipo y no le ocurrió como ahora parece que le pasa a Pedro Sánchez, que podría estar a punto de desplazar el consentimiento como eje de una ley que el propio Sánchez había elogiado.
Eso supondría dejar sin voz a los cientos de miles de mujeres que se manifestaron en las calles y plazas de este país después de la nauseabunda sentencia de La Manada. El ofrecimiento del Partido Popular a Pedro Sánchez para reformar la ley que en su día impulsó la movilización ciudadana debería hacerle reparar al Presidente del Gobierno en lo envenenado de esa propuesta cuando hay una triple cita electoral en el calendario del año en curso.
DdA, XIX/5.364
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