Félix Población
Supongo que aquella propaganda que escuché hace años a través de la emisora de la ciudad en la que resido habrá sido la misma en toda la cadena de emisoras de la SER, pues se trata de Media Markt, una de esas grandes empresas multinacionales a cuyos establecimientos se suele acudir en coche para hacer compras de carga.
Recordarán que el anuncio consistía en gritarnos con voz estentórea aquello de "¡Media Markt, yo no soy tonto!" o algo así, como si a gritos, al modo del pastor, fuéramos más fáciles de conducir como rebaño al susodicho establecimiento comercial. Pues bien, la pila Panasonic cuya imagen acompaña este breve comentario, se vende en la sucursal de Salamanca de Media Markt por 4,50 euros, que ya está bien, y la misma pila de 9 voltios alcalina, con la misma fecha de caducidad, se puede comprar en El Chino del barrio por 2,10 euros, según se puede advertir en la foto.
Júzguese por la diferencia de precio, recientemente comprobada in situ (más del doble en tan poca cosa), el robo al que se somete al consumidor en virtud (vicio) de la libertad de mercado y la falsía de la publicidad con la que se nos pastorea a gritos para que acudamos como borregos a las grandes superficies de las empresas multinacionales.
En este caso se trata de una empresa alemana que se dedica a la venta de productos de electrónica de consumo, con más de un millar de tiendas en Europa, y a cuyo eslogan publicitario deberíamos hacer caso, pero en sentido contrario: no seamos tontos.
DdA, XIX/5.352
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