martes, 29 de noviembre de 2022

MACHISMO DE CAVERNA EN "EL HORMIGUERO"


Anita Botwin

Juan del Val, amigo y compañero de Pablo Motos, escribía en El Mundo un texto de apoyo al presentador de Atresmedia. Lo titulaba “Pablo Motos y los cobardes”. Perro no come perro. Quienes han salido en la defensa de Pablo Motos, como él, no están haciendo otra cosa que defenderse a sí mismos, están protegiendo sus privilegios, están justificando poder seguir siendo como es Pablo Motos. Machistas. Consideran que sigue siendo válido aprovecharse de un cuerpo de una mujer y que esta no rechiste, que ponga buena cara, que sonría, que sea sumisa. Creen que hacer comentarios sobre los cuerpos ajenos es válido y divertido, pero lo cierto es que es rancio y de mal gusto.

Pablo Motos se ha aprovechado durante años del poder que tenía y tiene siendo el suyo uno de los programas más vistos. Las grandes producciones han pasado por El Hormiguero para difundir su trabajo y hacerlo llegar a la gente, casi todas las actrices y actores, cantantes, han tenido que reírle las gracias a uno de los más poderosos del prime time. Le han reído la gracia para poder promocionar su trabajo, para tener éxito. Ellas han tenido que soportar demasiadas bromas de mal gusto, chistes babosos y casposos. Mientras tanto, las hormiguitas pelotas reían de fondo todas las gracias del matón de la clase.

Demasiadas veces hemos sido testigo de actitudes machistas en nuestros entornos y gente afín no ha movido ficha. Nadie está libre de vivir situaciones machistas, por desgracia no escapa a la ideología. No se ha dado la cara quizá por miedo, por simpatía o amistad con los agresores, por mantener el privilegio… Y al mismo tiempo, cuantas veces, las valientes han entonado el #Metoo o el #Cuéntalo, y han denunciado públicamente agresiones machistas, con todo el dolor que eso conlleva. Eso sí que es ser valiente, no aparecer delante de una cámara con todo el poder y el dinero en los bolsillos. Precisamente el anuncio de Igualdad lo que quiere es convencer de la importancia de no seguir siendo cómplices de actitudes machistas porque solo así acabaremos con ellas. Denunciar las agresiones machistas y hacerles frente es ser valiente, defender lo indefendible no lo es.

Para plantar cara al machismo sí hay que ser valientes porque denunciar las injusticias y la desigualdades suele ser sinónimo de problemas. Nadie quiere complicarse la vida, nos han enseñado a mirar hacia otro lado. Sin embargo, sí hay valientes que son las que cambiarán el mundo y harán historia. Es el caso de la cantante Virginia Maestro, que en su cuenta de Twitter denunciaba el momento “machista, violento, incómodo, cutre, vergonzoso y muy lamentable” que vivió en El Hormiguero cuando acudió en 2009 al programa de Pablo Motos. En ese programa tuvo que aguantar los típicos comentarios de Motos sobre su traje y su físico, y él no quitó la vista de su escote.

El poder que tiene programas como el Hormiguero es enorme y se le deben exigir una responsabilidad, una ética y unos valores mínimos. No se trata de cancelar a Pablo Motos, se trata de decirle que deje de formar parte de la máquina de fango patriarcal que provoca tanto daño en tantísimas mujeres. Se trata de dejar claro que tocar a las mujeres sin su consentimiento, decir lo guapas o atractivas que son no es aceptable en una sociedad que pretende ser moderna e igualitaria.

Ser valiente pasa por reconocer los errores y pedir perdón, dejar de lado el orgullo y dar la cara. Es momento de pedir perdón y entregar las armas, Pablo Motos.

El Salto  DdA, XVIII/5.316

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un buen amigo no te protege de críticas justas. Cuando esto sucede, no es tu amigo ni colaborador leal, es, simplemente, un estómago que pide comida
Marisa

Publicar un comentario