viernes, 16 de septiembre de 2022

UNA TVE MÁS DE DERECHAS QUE CON LA DERECHA

Félix Población

Los últimos datos demoscópicos facilitados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) vuelven a dar al Partido Socialista una mínima ventaja sobre el Partido Popular que, a un año de las elecciones generales, no garantizan la victoria del PSOE en las urnas. Parece que el efecto mediático dando a Feijóo por moderado remite por obra y gracia de su propia labia.

No llega a un punto la diferencia entre los dos partidos mayoritarios, pero sí llama la atención el descenso de Vox, que pasa a ocupar la cuarta posición por debajo de Unidas Podemos, que obtendría en las urnas un 12,8 por ciento en estimación de voto (porcentaje similar al de los últimos resultados electorales), frente al 10,3 por ciento de la extrema derecha.

El descenso de esta formación es sin duda una buena noticia, que posiblemente se resienta aún más cuando doña Macarena Olona, la lideresa del batacazo andaluz, encauce el despecho de su defenestración con la fundación de un nuevo partido político. Hay indicios que han alarmado a un conocido comunicador de un medio afín, que quiso saber por Abascal de los mismos y este reconoció las heridas.

Con Europa cada vez más facha, y teniendo en cuenta lo que la lideresa Meloni representa en Italia, no estaría mal que los datos del CIS apuntasen a un mayor adelgazamiento de la extrema derecha española en próximos informes. En España siguen libres de su sombra en Euskadi y Cataluña, porque lo de Galicia era mérito del moderado Feijóo que la tenía dentro muy a gusto.

Es significativo y digno de ser tenido en cuenta que tanto en Euskadi como en Cataluña dispone la ciudadanía de otros medios de información y tiene oportunidad de negarse a ver la actual televisión pública estatal, la más conservadora en muchos años, incluidos aquellos en los que gobernaba el Partido Popular.

Esa televisión la soporta el resto de España gracias al actual presidente de la corporación RTVE, José Manuel Pérez Tornero, y al pacto suscrito en su día entre el PSOE y el Partido Popular para que la gestión fuera tal como es. No parece que el primer partido sienta vergüenza por la programación y los informativos que se emiten desde la televisión pública estatal.  

Nada hace previsible que esto pueda cambiar en lo que queda de legislatura. Por eso se dirá algún día que con el gobierno de coalición más progresista de los últimos cuarenta y pico años, la televisión pública fue más de derechas que con la derecha.

Así las cosas, no deja de ser sorprendente el resultado de esta última encuesta del CIS. Igual es porque las audiencias de los telediarios están cada vez más bajo mínimos y estos tienen muy mermada su influencia en la opinión pública.

     DdA, XVIII/5.267     


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