lunes, 25 de julio de 2022

LAS CIGÜEÑAS MUDAS



Valentín Martín

Mi nieto Ángel baila claqué. Vamos a la plaza desierta de un pueblo desierto y allí, a solas con las dos cigüeñas que duermen de pie en la cruz de la iglesia, baila claqué. No sé qué pensarán el cigüeño y la cigüeña cuando vean a mi nieto de 7 años apropiarse de la noche para bailar claqué, y al abuelo asombrarse con un asombro nuevo nacido de otro descubrimiento en este julio jubiloso. Un día dije que un hombre y una plaza solos no son nada. Basta el añadido de un niño para que la plaza y el hombre lo sean todo. Mi nieto Ángel es una cebolla con más capas que una cebolla normal. Debajo de cada una hay un dulzor. Y una sorpresa. Quizás el niño esté enseñando al abuelo que esto y no otra cosa es la vida.
A la plaza llegamos por las calles solitarias y solas donde hay casas más solitarias y más solas aún. En esas casas nunca nació nadie y murieron todos, guardando su turno. Antes la gente era muy disciplinada para morir. La primera vez que un hijo murió antes que el padre se rompió la armonía pagana. Y entonces casi todos perdimos la fe.
Mi nieto ha descubierto algo que al corazón del abuelo le parece un enigma: llegar a la plaza solitaria y sola del pueblo andando hacia atrás. Y así van los dos, atravesando calles solitarias y solas mientras se miran de frente y parlan como si estuvieran parados. Un niño en la vida de un viejo siempre es una ventaja.
Mi nieto Ángel al llegar a la plaza baila claqué para el abuelo, el fantasma de la taberna, los sauces, el cigüeño y la cigüeña, y las rosas dormidas.
El abuelo piensa que esto que hace el niño, andar hacia atrás para luego bailar la noche con un zapateado de esclavos del siglo XVII, pudiera ser una ocurrencia de un genio como Cuerda.
Pero la realidad puede ser más cruel. Porque detrás de cada gesto absurdo del niño, el abuelo ve a Feijóo. Como la taberna cerró hace años y el abuelo ha cenado con agua, se le va la especie y se queda pensando en el futuro del niño, en un tiempo en que quizás no haya farolas encendidas sustituyendo al sol.

DdA, XVIII/5.229

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