La España rellena
Félix MarañaEl debate, mas bien cacareo, que se ha puesto de moda, para denominar a la España rural como la España vacía, nubla la realidad. En el campo y en la ciudad hay pobres y ricos, es decir, la desigualdad es el problema, no la ubicación. En las ciudades hay muchas Españas vacías y necesitadas. También en el mundo rural. La verdadera cuestión es siempre la misma, la insolidaridad, la distribución injusta de bienes y la desproporción o carencia de servicios. La Constitución proclama que todos somos iguales. Lo que no dice es a qué hora del día.
Frente a una España vacía
hay otra España rellena,
que come muy bien y cena
con manjares de ambrosía
y tiene día tras día
la boca llena de trapos,
traga culebras y sapos
de banderas y soflamas,
mientras hay otras Españas
que se visten con harapos.
Porque en el mundo rural
hay gentes que viven bien,
holgadas, a todo tren,
y otras que viven muy mal.
La igualdad es desigual
pues también en la ciudad
reina la precariedad,
la miseria y la pobreza.
Una España que bosteza
y otra, Cañada Real.
DdA, XVIII/5093
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