lunes, 21 de febrero de 2022

CASADO, EGEA Y AYUSO,/ UNA MISMA TRINIDAD,/ RETRATO DE INIQUIDAD...


Desconozco si mi estimado colega Félix Maraña tendrá a bien publicar en un libro las décimas o espinelas que viene dando a conocer sobre la actualidad política desde hace algún tiempo en las redes sociales y de las que con frecuencia nos hacemos eco en este modesto DdA. Ante determinados episodios, como los que han estallado recientemente en Madrid con ocasión de la pugna de poder entre el líder del partido Popular y Ayuso, una nueva aspirante a lideresa, es de agradecer que la sátira en verso glose esas incidencias con la agudeza, desparpajo y frescura que caracterizan a Maraña en ese menester, tan propio de aquella vieja prensa republicana en la que lució su arte Luis de Tapia (1871-1937), cuyas campañas contra la inmoralidad de los gobernantes -también entonces- fueron muy celebradas en algunas de las secciones periodísticas de las que dispuso en varias publicaciones. Como Félix está muy prolífico estos días, estimulado sin duda por el esperpéntico espectáculo que está ofreciendo la derecha madrileña a costa de dos lacras que le son afines, la corrupción y el espionaje político, este Lazarillo no se resiste a insertar las últimas composiciones de Maraña, convencido de que le serán gratas al discreto lector, no solo por lo que dicen sino por utilizar una estrofa tan atinada como la que  maneja quien las firma, que inicia sus sabrosas espinelas por donde empezó todo, Cuando robaba Juan Guerra:


Cuando robaba Juan Guerra/ el populacho aplaudía,/pero nadie dimitía./ Alfonso al cargo se aferra,/ mas puso por medio tierra,/ porque al final dimitió./ Felipe lo consiguió/ y, tras la guerra, la paz./ Guerra siguió lenguaraz,/ aunque al principio rabió./ Pero Isabel y Casado/ sacrifican sus validos,/ los despiden cual bandidos/porque así lo han acordado./ Ellos se ponen de lado/ matando a los segundones,/ esos que en mil ocasiones,/manipulan a su antojo./ Se van con algo de enojo/ sus indemnizaciones./ Quien paga por sus destrozos/ somos la gente de abajo,/ ellos siguen en su tajo,/ en sus sombras y sus gozos./ Y siguen abriendo pozos/ contra el pueblo y su futuro,/ panorama más oscuro/ bien nos podemos temer./ Ellos cobran por joder/ y nosotros sin un duro.

En el fondo del mar (De gaviotas a charranes)

Quién hubiese tal ventura/ como fondos tiene MAR,/ no tener que hipotecar/ y vivir cual caradura./ Son jetas de encarnadura,/ comisión y trapicheo,/ por fuera y por dentro feo,/ por delante y por detrás/ es un tipo fierabrás,/ tan creyente como ateo./ Aunque alguien no lo crea,7 como queda demostrado/ con Isabel y Casado,/ la derecha navajea./ Hace llaga y se recrea,/ mata, mas nunca a los suyos,/se cebará con los tuyos,/ y se guardará el puñal./ Te encerrará en el Zendal/ y te mata con arrullos./ Porque todos sus afanes,/ trapicheos y rapiña/ son propios de la morriña/ de los más fieros charranes./ Más carnívoros que canes/ salvajes en hora hambrienta,/ que comen más de la cuenta,/ pero la cuenta no es suya./ Hasta que todo concluya,/ es la historia de una afrenta./ Gente como Villarejo,/ alguno como Roldán,/ o Bárcenas, porque el clan/ siempre prefiere un tipejo./ Todos ellos son reflejo,/ de las cloacas del poder,/ del Estado que hasta ayer/ traficaba clandestino./ Genova ya es desatino/ del querer y no poder./ Casado, Egea y Ayuso,/ una misma trinidad,/ retrato de iniquidad,/ que os quite quien os puso./ Falsos como todo fluxo,/ ambiciosos sin remedio,/ pisan si te ven en medio/ para salvar su pellejo./ Esto ya viene de viejo,/ que no es el primer asedio.

 


Encontronazo

Isabel Díaz Ayuso escribió esto en 2011. Hoy se ha encontrado con su ex. Pero en el PP la corrupción está bien vista. Esta mujer muerde. Casado pasará en horas a ser su ex.

Isabel Díaz Ayuso,/ después de morder a Pablo,/ le pone granja y establo,/ porque lo encuentra difuso./ Acaso, tal vez, incluso,/ le ponga un apartamento,/ para tenerlo contento/ y no largue demasiado./ Pobre, tonto, confiado,/ este chico es un portento./ No sabe que tiene dentro/ un circo con muchas fieras,/ con ranas, perros y perras,/ y con Aguirre a su encuentro./ Rosas para hacer un centro,/ de olorosa podredumbre,/ porque en Génova es costumbre/ alimentar a las ranas./ A Pablo le salen canas,/ pero él encendió la lumbre./ La portada de ABC,/ El Mundo, ay, La Razón,/ todos quieren dimisión,/ y Casado dice que/ lo siento pues me pasé/ de frenada, soy muy corto./ No hay embarazo ni aborto,/ es un parto prematuro./ Por Pablo nadie da un duro,/ es cadáver manicorto./ Isabel, reina de España,/ virgen para los altares,/ patrona de nuevos bares,/ presta para darles caña/ a los rojos, y con saña,/ Agustina de ocasión,/ ella sola es la nación/ y la bandera es su ropa,/ rodeada de una tropa/ que quiere más corrupción.

   DdA, XVIII/5090   

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