"CUMBRE COMUNISTA" EN EL VATICANO

 

Félix Población

Ayer los parlamentarios alemanes despidieron a quien fuera canciller del país durante 16 años con una prolongada ovación que incluyó a todos los partidos políticos. Solo se excluyeron de ese homenaje a  Angela Dorothea Kasner (Angela Merkel) quienes representaban a la extrema derecha. Vuelve a proceder de Alemania, donde de modo tan ejemplar se resolvió en su día la cuestión de la memoria histórica, el ejemplo que nos falta en España. La derecha de nuestro país no deja de parecerse a la extrema derecha y el resultado en las encuestas -a juzgar por la última, publicada en El Confidencial- arroja muy buen provecho para Vox, que sube tres puntos sobre los comicios de 2019 y lograría 64 diputados, 12 más de los que cuenta en la actualidad. El último episodio a favor del incremento del voto a la extrema derecha y en perjuicio del Partido Popular lo ha protagonizado su secretaria de Comunicación en Madrid. Calificar, en un mensaje que luego borró, el encuentro de mañana en Roma entre el Papa Francisco y la vicepresidenta segunda del Gobierno de “cumbre comunista” es una solemne majadería, impropia de un partido conservador europeo. 

Ignoro qué pensarán aquellos votantes de centro-derecha con un cierto sentido de la dignidad, cuya adscripción ideológica aspire a homologarse a la de otros conciudadanos europeos, pero ante tamañas estupideces podría pensarse que, fracasada la alternativa de Ciudadanos, se podría estar gestando en un sector de la población una cierta tendencia hacia la abstención ante un Partido Popular que, a su pasado corrupto, está sumando un desvarío reaccionario excesivo. En todo caso, que se diera en España una abstención de centro-derecha sería un síntoma de salud democrática para el que este país no creo que esté capacitado por el pasado que arrastra. Esa sería, desde luego, la respuesta más correcta ante declaraciones tan retrógradas como la de Macarena Puentes y otras voces de su partido -incluida la de su líder-, contagiada sin duda por el influjo nefasto de su jefa, la presidenta del gobierno autonómico y aspirante a sustituir a Casado al frente del PP.

     DdA, XVII/5033