Marga Torre
Nací en Barcelona hace 57 años, de padres sorianos. En esa época, en los institutos la lengua extranjera era el francés, y de catalán creo recordar que di una asignatura. Un gran profesor, Onofre. Entendía y hablaba catalán, pero no lo necesité para estudiar en la Universidad. Entré a trabajar en la Generalitat de Cataluña. Obviamente, tuve que acreditar conocimientos de catalán: estudié nivel C1, y hace unos 10 años hice el C2. Quería utilizarlo lo mejor posible. Por mi profesión he necesitado inglés con fluidez y más adelante, alemán. ¿Cuál es el problema? Me comunico en todas las lenguas que puedo, porque para eso me han servido a mí: para comunicarme lo mejor posible. Solo las sociedades primitivas hacían de herramientas, armas. Lo digo tanto para los que defienden a ultranza el catalán como el castellano. Qué triste, que con los problemas tan graves: pobreza infantil, mayores en riesgo de exclusión, sanidad hecha unos zorros, mercado de vivienda inaccesible para la mayoría… pues bien, con todo eso, ¿nuestro problema es la lengua?
DdA, XVII/5048
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