martes, 30 de noviembre de 2021

NOSOTROS SOMOS LA PEOR PANDEMIA DEL PLANETA

Álvaro Noguera

Ana Cuevas

Llevamos siglos oteando el cielo en espera de contactar con seres de otros mundos y no hemos percibido que siempre han estado entre nosotros. En apariencia, son difíciles de detectar. No llevan antenas ni tienen la cabeza hinchada como si padecieran de mixomatosis. Parecen gente corriente pero ¡ojito con ellos!. Se infiltran como sanguijuelas en posiciones de poder para sabotear el pensamiento racional de los humanoides y colarnos lo más grande en pos de algún maquiavélico experimento extraterrestre.

La Cumbre del Clima es un testimonio irrefutable del akelarre alienígena que hay organizado para finiquitar nuestra especie. ¿O es que existe otra explicación lógica a que los líderes mundiales y las grandes corporaciones que manejan sus hilos se pasen por el arco del triunfo la emergencia climática?

Seguro que ya tienen la nave nodriza preparada para salir najando cuando la cosa se ponga fea. Porque sólo la inconsciencia homicida, la cobardía y la avaricia pueden explicar su pasotismo. Casi prefiero pensar que son parte de una conspiración intergaláctica para aliviar al machacado planeta tierra purgando su más nocivo virus: Osea, la especie humana. Sería menos miserable.

Mi cabecica va de aquí para allá observando el panorama. Ahí está también la nueva variante del COVID, Ómicron. No me digan que no suena a plaga sideral. Un virus multimutante que parece diseñado en un laboratorio marciano para hacernos la vida más rara y más difícil, aún si cabe.

Pero servidora ve señales de la invasión por todas partes. Observo los síntomas. Como si se produjera una posesión de los cuerpos que transformara en gilipollas integrales a personajes públicos creando una confusión en sus neuronas que luego trasmiten al respetable sin pudor.

Por poner un ejemplo, así al desgaire, nombraré a Pablo Casado. ¿Qué le pasó al masterizado muchachuelo para confundir el aguilucho franquista con la misa del gallo y colarse, sin querer, en un funeral en honor a un tal Francisco? Quizás pensó que era por el bueno de Paquito el chocolatero. Y, cuando escuchó los vivas a Franco, entendió que también se honraba la memoria del genial Battiato. Aunque lo del "cara al sol" lo descuadró un poquito cavilando en cómo se calentarán por las noches los pobres falangistas que usen energía solar.

No se puede ser más tonto sin que duela. Y más dolores debe sufrir el diputado de VOX que dijo aquello de que, en su organización, había mujeres "casi" tan válidas como los hombres. ¿Extraterrestre o imbécil? Escojan ustedes mismos. En vista de tanto frikismo ya tengo dudas razonables acerca de que la que proceda del espacio exterior sea yo. Todo alrededor me parece extraño y falso. ¿Recuerdan la mítica serie V? Pues ya no me extrañaría un pimiento que nuestros mandamases tuvieran un lagarto oculto bajo su piel. La sangre la tienen fría y el neocórtex de reptil. Así que hay indicios. Ahí lo dejo. Vayan dándole una vuelta.

La buena noticia para los amantes de nuestro planeta es que, tras nuestra extinción, se regenerará como el que se saca un golondrino y otros tipos de vida saldrán adelante. La mala es que, tras el susto, a nuestra especie le toca muerte en la lotería universal. Y lo cierto es que llevamos todos los números para resultar agraciados y llevarnos por delante a cualquier bicho viviente.

Si existe vida inteligente en otros mundos, ya que es evidente que aquí no, se andarán con cuidadín de no asomar el morro por la tierra. No necesitan esclavizar a nuestra civilización ni destruirla. Lo hacemos muy bien solitos. Nosotros somos la peor pandemia del planeta. Solo es cuestión de que tengan un poco de paciencia y se lo dejaremos libre.

Eso sí, lleno de mierda. Salud y un terrenal abrazo para tod@s.

     DdA, XVII/5023     

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