Lazarillo
Tal día como un 14 de septiembre de hace un siglo y un año nació en Tacuarembó un uruguayo universal al que no se le dio el Premio Cervantes, a pesar de merecerlo muchos más que otros que sí fueron premiados con el que se considera Premio Nobel de la literatura en español. Escritor y poeta sobre los que no pasará el tiempo porque siempre tendrá capacidad de despertar con sus palabras nuestras emociones, Mario Benedetti tiene poemas cuyo mensaje gana en intensidad y permanencia si los acompaña una ilustración como la que mi estimada amiga María Torres ha encontrado en los archivos de nuestra memoria. En 1953, transcurridos catorce años desde el final de la Guerra de España, los vencedores seguían ejerciendo la represión con el poso de resentimiento y venganza que indica la imagen. Los presos políticos de la cárcel de Jaén estaban obligados a formar en el patio de la cárcel con sus sus propios cuerpos el nombre del dictador. Me pregunto si esa iniciativa partió del director de aquella prisión o se estilaba también en otras a lo largo y ancho del país*. En todo caso, escribir el nombre de un dictador con los cuerpos de los presos que lo combatieron no hace más que resaltar la lucha de estos: Alguien quiso ser justo/ no tuvo suerte/ es difícil la lucha/ contra la muerte.
Alguien
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