miércoles, 15 de septiembre de 2021

PRESOS DE JAÉN FORMANDO CON SUS CUERPOS EL NOMBRE DE FRANCO


Lazarillo

Tal día como un 14 de septiembre de hace un siglo y un año nació en Tacuarembó un uruguayo universal al que no se le dio el Premio Cervantes, a pesar de merecerlo muchos más que otros que sí fueron premiados con el que se considera Premio Nobel de la literatura en español. Escritor y poeta sobre los que no pasará el tiempo porque siempre tendrá capacidad de despertar con sus palabras nuestras emociones, Mario Benedetti tiene poemas cuyo mensaje gana en intensidad y permanencia si los acompaña una ilustración como la que mi estimada amiga María Torres ha encontrado en los archivos de nuestra memoria. En 1953, transcurridos catorce años desde el final de la Guerra de España, los vencedores seguían ejerciendo la represión con el poso de resentimiento y venganza que indica la imagen. Los presos políticos de la cárcel de Jaén estaban obligados a formar en el patio de la cárcel con sus sus propios cuerpos el nombre del dictador. Me pregunto si esa iniciativa partió del director de aquella prisión o se estilaba también en otras a lo largo y ancho del país*. En todo caso, escribir el nombre de un dictador con los cuerpos de los presos que lo combatieron no hace más que resaltar la lucha de estos: Alguien quiso ser justo/ no tuvo suerte/ es difícil la lucha/ contra la muerte.

Alguien

Alguien limpia la celda
de la tortura
que no quede la sangre
ni la amargura

alguien pone en los muros
el nombre de ella
ya no cabe en la noche
ninguna estrella

alguien limpia su rabia
con un consejo
y la deja brillante
como un espejo

alguien piensa hasta cuando
alguien camina
suenan lejos las risas
una bocina
y un gallo que propone
su canto en hora
mientras sube la angustia
la voladora

alguien piensa en afuera
que allá no hay plazo
piensa en niños de vida
y en un abrazo

alguien quiso ser justo
no tuvo suerte
es difícil la lucha
contra la muerte

alguien limpia la celda
de la tortura
lava la sangre pero
no la amargura.

*Los cuerpos de los presos fueron también protagonistas cuando el 24 de septiembre de 1941, festividad de la Merced, patrona de las prisiones,  fueron fusilados cinco cabecillas de un intento de fuga en el patio de la cárcel ante un grupo de presos, y después se obligó a desfilar al resto ante los cuerpos de las víctimas. 

     DdA, XVII/4951     

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