Celso Miranda
Varoufakis, que conoce en primera persona los rigores de la realpolitik (su libro de memorias "Comportarse como adultos" debería ser de obligada lectura para quienes se dedican a la cosa política) juega con esta novela/ensayo de ciencia ficción a dibujar un mundo utópico. Sin bancos ni mercados de valores, sin mercado laboral, con empresas de gestión democrática, fiscalidad sobre los ingresos de las empresas y la tenencia de la tierra, sin especulación en el mercado de la vivienda... Partiendo de que la crisis/estafa de 2008 pudo significar el fin del capitalismo tal y como lo conocemos (ventana de oportunidad que se cerró en favor de las grandes fortunas, con las empresas tecnológicas a la cabeza), Varoufakis se muestra pesimista con los efectos de la pandemia de la COVID19 en 2020, que puede significar un empoderamiento de los estados pero no para el interés general, como sería deseable, sino para el recorte de libertades básicas. Su utopía no es perfecta, porque es capaz de visualizar el final del capitalismo, pero no el funcionamiento de los mercados, a los que habrá que seguir embridando, ni la existencia persistente del patriarcado, al que coloca incluso por encima del conflicto de clase. "Ayudadnos a derrocar a aquellos que se aprovechan de vuestra desorbitada factura del agua (aquí, podéis poner perfectamente la luz) mientras pasáis dificultades para poner un plato en la mesa." La fuerza de las mayorías sociales aún es un tesoro oculto, que no deberíamos dejar caer en manos del fascismo.
DdA, XVII/4940
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