La Memoria Nombrada
Amado Hernández Pascual nació el 18 de mayo de 1906 en la localidad zamorana de Argujillo. Hijo de unos prósperos propietarios agrícolas, dedicó su juventud al estudio de Bellas Artes, en la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado de San Fernando (Madrid). Una muestra de sus pinturas fue expuesta en el Casino de Zamora entre diciembre de 1928 y enero de 1929.
Tras finalizar sus estudios artísticos se instaló en Zamora, donde tuvo su domicilio en la Ronda de San Pablo, para estudiar Magisterio en la Escuela Normal. Al constituirse la Asociación Profesional de estudiantes Zamoranos (APEZ), vinculada a la FUE, el 26 de abril de 1931, en una asamblea celebrada en la casa del Pueblo, fue elegido vocal en representación de los alumnos de Magisterio. En la asamblea constituyente propuso que la APEZ se afiliase a la Casa del Pueblo, propuesta que no fue tomada en consideración en aquel omento.
En las actividades culturales desarrolladas por esta asociación desarrolló su labor pedagógica más importante en la capital provincial; a través de la Universidad Popular, que inició su andadura en Zamora en marzo de 1933, contando con la colaboración de gran parte de las principales personalidades zamoranas afines a la República: José Temprano, Felipe Anciones, Pedro Sanz, José Salgado, etc.; y del dinámico grupo de estudiantes de ideología comunista pertenecientes a la FUE (Engracia del Río, José Ferrero, Angel Martín Rodríguez, etc.). La Universidad Popular pretendía “extender la cultura y la enseñanza al grado máximo entre la clases sociales más necesitadas de ello” es decir entre el proletariado; y a la vez serviría de precursor y modelo para la futura Universidad ideal, anhelada por los estudiantes de la FUE.
Según su biógrafo Carlos Coca Durán, “fue defensor de la Lengua del Esperanto, idioma que estudió y se dedicó a difundir en Zamora, junto a otros zamoranos como el joven dirigente comunista Antonio Pertejo Seseña e instituciones locales (el Círculo de Zamora, el cual realizó exposiciones pictóricas, con propaganda bilingüe de los cuadros de Amado); que veían en el popular idioma inventado por el doctor Zamenhof, un instrumento para la intercomunicación entre los pueblos del planeta, símbolo del progreso y de la paz universal”.
Al constituirse el Radio Comunista de Zamora el 6 de mayo de 1932, Amado Hernández, titular del carnet número 1, asumió la presidencia.
En 1934 finalizó sus estudios de Magisterio y se inscribió como aspirante a interinidades.
En Argujillo, Amado colaboró con el Ayuntamiento en la petición de ayudas para la construcción de unas nuevas escuelas municipales; e igualmente, durante las largas temporadas en que permaneció en el pueblo, impartió clases de alfabetización en su domicilio familiar a los vecinos que no sabían leer ni escribir. Todavía es recordado por algunos vecinos de su pueblo por su altruismo y por su forma de “predicar con el ejemplo” los ideales que defendía; y así, en alguna ocasión entregó a la beneficencia de Zamora su parte de los beneficios de la cosecha familiar.
También se implicó en la política de su localidad natal, y sus artículos en La Voz del Trabajo y La Tarde son una denuncia constante del caciquismo en el medio rural. Sus crónicas de marzo y abril de 1936, narrando los incidentes producidos en los carnavales y en la celebración del 14 de abril, son una clara muestra cómo las derechas desarrollan una estrategia violenta para crear un clima de tensión e inestabilidad que propicie un golpe de estado.
Tras producirse el levantamiento militar y quedar la provincia bajo el dominio de los golpistas, Amado, que se encontraba en su localidad natal fue detenido y trasladado a la cárcel de Toro junto a otros vecinos del pueblo. El 12 de agosto, a la una de la noche, Amado y otros tres detenidos fueron sacados de la cárcel con el pretexto de un traslado a la prisión de Zamora. Dos de ellos eran personajes muy conocidos de la clase media-alta de Toro, Manuel Calvo Alba y Estanislao Luis Hernández, y un tercero, Atilano de la Torre Serna jornalero afiliado al PCE. Además llevaron en esta camioneta a otra persona afiliada a Juventudes Socialistas, Esmaragdo Lorenzo, que no estaba en la cárcel. En el traslado hacia el lugar en que iban a ser asesinados pudieron escapar y saltar del camión. Según los testimonios1036, el falangista Francisco Temprano les ayudó a escapar, pues la novia de Estanislao Luis (a) Tanis, era amiga íntima de la novia del falangista mencionado. Dos de ellos, Manuel Calvo y Amado Hernández, fueron tiroteados, capturados y asesinados esa misma noche. Atilano de la Torre estuvo vagando varios días por el campo hasta que, descubierto y entregado por un pastor, fue asesinado. Esmaragdo Lorenzo, por su parte, fue herido en una pierna, se refugió en una casa de campo, donde lo curaron, pero sus perseguidores lo descubrieron y lo mataron. Finalmente, Estanislao Luis, estuvo escondido en una bodega en Toro, propiedad del notario maurista y posteriormente falangista José Dávila del Barco, y pudo pasar a la zona gubernamental y salvar la vida.
En cuanto a Amado, según una versión logró escapar herido en una pierna y tras vagar varios días por el campo, acudió a un caserío en Peleagonzalo (con lo cual tuvo que vadear el río Duero), siendo entregado por los dueños a la Guardia Civil, que lo tuvo encerrado varios días en el salón del pueblo, para luego asesinarlo en el propio término municipal de Peleagonzalo.
Un mes y medio después de su asesinato, Amado fue separado de la carrera docente por el gobernador civil Hernández Comes, y posteriormente fue encausado por la jurisdicción de responsabilidades políticas.
Fuentes:
Coca Durán, Carlos, “La labor educativa de Amado Hernández Pascual: Universidad Popular, Esperanto y difusión cultural en Zamora y Argujillo durante los años 30”, anuario 2019 del IEZ Florián de Ocampo, 251-276 (se puede leer el texto completo en el enlace https://masarticulosdecostumbres.blogspot.com/.../la...
Ruiz González, Cándido, La espiga cortada y el trigo limpio. La comarca de Toro en la II República y el primer franquismo (1931-1945), Oñati, ed. del autor, 2011.
Zamora Libertaria DdA, XVII/4918
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