viernes, 18 de junio de 2021

MADE IN AYUSO: LLUVIA DE MILLONES PARA LAS MADRES DE NÚÑEZ DE BALBOA


Javier Leizaola

La presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado este jueves una ayuda para hacer que Madrid “apueste por la vida” y se convierta en “la región de las familias”, y es que ha asegurado que su Gobierno abordará “de forma decidida” el “reto de la natalidad”, convirtiendo la “protección de la maternidad” en “uno de los ejes más importantes de la legislatura”. Según ha anunciado Ayuso en la primera jornada del debate de su investidura como presidenta autonómica –celebrada este jueves en la Asamblea de Madrid–, esa ayuda consistiría en pagar a determinadas embarazadas menores de 30 años 14.500 euros repartidos en 29 abonos mensuales de 500 euros cada uno, que esas mujeres recibirían desde su quinto mes de embarazo hasta que sus hijos cumplieran dos años.

Pero ¿qué embarazadas menores de 30 años podrían acogerse a esa ayuda? Sólo las que en el momento de su embarazo lleven al menos diez años empadronadas en Madrid y cuyos ingresos no superen los 30.000 euros al año, es decir los 2.500 euros al mes en 12 pagas o los 2.142 euros al mes en 14 pagas. Así, la ayuda de Ayuso no afectará a ninguna embarazada menor de 30 años que en el momento de su embarazo no lleve al menos diez años empadronada en Madrid –excluyendo de esta forma a la mayoría de las inmigrantes, de dentro y de fuera del Estado, empadronadas en la comunidad autónoma, por exiguos que sean sus ingresos–, y sin embargo sí abarcará a embarazadas menores de 30 años –por supuesto, con diez años o más de empadronamiento en Madrid– con ingresos declarados de hasta 30.000 euros al año.

Lo que ha hecho, pues, este jueves Ayuso –que este viernes será investida con los votos del PP y con los del partido ultraderechista Vox, frente a los del resto de la Asamblea– es prometer una lluvia de millones –la ayuda anunciada supondría unos 250 millones de euros en cada ejercicio, según el propio entorno de la presidenta autonómica– a unas madres determinadas, que cabría ubicar por ejemplo en zonas como Núñez de Balboa, una de las arterias principales del Barrio de Salamanca de la capital, donde PP y Vox logran algunos de sus mayores porcentajes de voto.

Con su anuncio de este jueves, Ayuso –cuya etapa al frente de la Comunidad de Madrid viene caracterizándose por beneficiar a las rentas más altas con regalos fiscales y por perjudicar a las rentas más bajas con recortes sociales; las dos caras de la misma moneda– mata dos pájaros de un tiro: por un lado, pone en el centro “la vida” y “las familias” –eso sí, cuando PP o Vox hablan de “la vida” o de “las familias”, se refieren a una concepción de “la vida” o de “las familias” tan particular como la de sus correligionarios de Hazte Oír–; por otro lado, excluye de la ayuda a un determinado tipo de embarazadas menores de 30 años.

Muchas mujeres de raigambre madrileña, barrio rico, misa dominical o vocación de familia numerosa –los 14.500 euros de la ayuda se multiplicarán por el número de hijos que vengan– habrán celebrado este jueves el anuncio de Ayuso. Otras seguirán sufriendo los regalos fiscales de PP y Vox a las rentas altas –a las que han eliminado el Impuesto de Patrimonio y, en determinados casos, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y han rebajado el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y el IRPF–, los recortes sociales de PP y Vox en sanidad, educación o atención a la dependencia o el práctico sabotaje de PP y Vox a todo intento de profundización en derechos laborales y sociales que permitirían mejorar las condiciones de vida de trabajadores y trabajadoras y facilitarles el acceso a formar una familia si así lo desearan.

Frente a ello y en su línea, Ayuso ha anunciado este jueves una medida presuntamente –la natalidad depende fundamentalmente entre otras cosas de las condiciones de vida sostenidas en el tiempo, no de una ayuda de 29 meses– natalista que habrá hecho las delicias de su partido –el PP–, de su socio de investidura –Vox, partido ultraderechista cuyos votos le permitirán este viernes volver a ser investida como presidenta autonómica– o de sus correligionarios de Hazte Oír, pero que no sólo no solucionará ninguno de los problemas de la clase trabajadora sino que contribuirá a agravarlos y que además desprende un tufillo a la extinta –y natalista– Sección Femenina de Pilar Primo de Rivera, política falangista de la que Eduardo García-Serrano probablemente habrá hablado alguna vez a sus “flechillas”.

La última hora DdA, XVII/4879

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