lunes, 7 de junio de 2021

LIBROS COMO AMORES

Félix Maraña

En estos días hemos celebrado la feria del libro de Pamplona, anda ahora la de Bilbao, y comienza en breve la de San Sebastián. La feria o fiesta del libro es un empeño positivo de nuestra sociedad y una razón para alentar la vida. Por eso me extraña cuando alguien se extraña y me pregunta por qué tengo tantos libros. Recibo un promedio de dos libros al día, así durante cuarenta años, y me siento protegido. Me dicen que para qué quiero tantos libros si no voy a tener tiempo de leer todo. No me obsesiona no tener tiempo, me alecciona saber que el tiempo que me reste lo dedicaré a estos amores. Amelia Serraller, que presentará en Bilbao y Donostia su nuevo libro de relatos, recordaba en estos días un artículo mío titulado "Devorando libros", a propósito de un encuentro en las esferas digitales organizado por el Instituto Cervantes en Tánger, laboratorio dinámico donde los haya, que dirige el periodista, y sin embargo amigo, Javier Rioyo Jambrina, más conocido por Rioyo a secas. Nos dijeron que el saber no ocupa lugar, pero no es cierto. Ocupa lugar, tiempo, energías, dedicación, inteligencia, el saber nos ocupa, pero nos construye. Y es verdad que los libros también pesan. Como la vida, pero Cindy Lucinda Poole está aquejada de hernias discales, "por mover cajas de libros". A ella también le dicen que para qué quiere tanto libro. Esa pregunta duele más que las hernias discales.

DdA, XVII/4869

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