Félix Población
Tal como nos ilustra hoy Javier Lezaola (La última hora), don Felipe González pasó ayer por El hormiguero, ese estentóreo programa de Antena 3, el canal propiedad de Atresmedia, para promocionar acaso su podcast Sinfonías infrecuentes (SI), producido por la fundación que lleva el nombre del ex presidente y por la plataforma Podimo.
Según su propaganda, SI quiere ser un nexo de comunicación directa con la ciudadanía, con González como protagonista de un diálogo con expertos en distintos ámbitos, a imitación de lo que hacen otros ex en USA como Clinton y Obama. La primera de las emisiones tuvo por tema el de Liderazgo vs. Caudillismo y tuvo a don Felipe por protagonista, no en vano se le llamaba Dios en su partido.
El segundo asunto fue Cuidar la democracia, para lo cual González el de los GAL y la cal viva, contó con la ex alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, la misma que hizo posible con su ahijado político Errejón la victoria de la derecha reaccionaria en Madrid con el apoyo de la extrema derecha con la que ahora gobernará, al protagonizar una escisión en Unidas Podemos semanas antes de que se celebraran las elecciones municipales y autonómicas de 2019. En esta segunda emisión, contando con tal ejemplares precedentes, González y Carmena hablaron del respeto y la convivencia en democracia, el rol de los partidos y la importancia del diálogo, así como del momento político actual, mira tú.
Dice Lezaola que desde esa emisión no se ha vuelto a saber de Sinfonías infrecuentes, quizá porque –según los datos de Podimo que aporta el periodista en su artículo Felipe González, una de cal y otra de Atresmedia- el podcast solo cuenta con 800 suscriptores y necesita la promoción que quizá don Felipe ha querido buscar en El hormiguero de Motos, ese presentador que cada vez que echa una risa remeda el rebuzno asnal, dicho sea con todo mi respeto para los burros.
Puestos a vivir o sobrevivir del ego, al que el divino González tanto apego le tiene, sus Sinfonía infrecuentes puede que no le concedan esa merced. Antes bien al contrario, puede que las sinfonías se apaguen por falta de audiencia.
DdA, XVII/4859
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