Raúl Solís
De Podemos no se puede hablar bien. Está prohibido en todas las redacciones
de la ‘prensa seria’, esas que se dan golpes de pechos hablando de libertad de
prensa, pero que vulneran cada día el derecho a la información
de los ciudadanos. Salvo raras y honrosas excepciones, todos los
tertulianos y periodistas te dirán que “sí, pero es que”. Y el “pero es que” no
se argumenta sobre las medidas políticas aprobadas por Podemos ni sobre su
programa electoral, sino sobre el carácter, obra y milagros de Pablo Iglesias y
los líderes de la formación. La religión oficial de España
es el odio a Podemos. Las tertulias se parecen cada día más a una
mesa redonda para opinar sobre Gran Hermano, Supervivientes o La Isla de las
Tentaciones que a espacios de análisis político. Sería revelador que los
tertulianos, para poder participar en estos espacios de ‘infoxicación’,
tuvieran que hacer un comentario de texto sobre los últimos tres libros que se
han leído. Nos daríamos cuenta de la mediocridad de quienes tienen entres sus
atribuciones constitucionales la gestión del derecho a la información, un
derecho fundamental establecido en el artículo 20 de la Constitución, y la
vacuidad intelectual que habita detrás de frases hechas, anecdotarios,
obviedades y tanta impostura travestida de estatus.
A extender la mancha sobre un partido político, el más investigado de la
historia de España y el que tiene su hoja de servicio más limpia, ayudan
también los progres que saben que darle leña a Pablo Iglesias cotiza al
alza y les ayuda a salir en los medios de comunicación. Se creen
estos animadores de la caverna mediática que los favores que le presta la
prensa es porque son muy dichosos, muy guapos o muy listos. O las tres cosas a
la vez.
Pocos medios han publicado el hecho diferencial de la lista electoral de
Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid. Al contrario que la del resto de
partidos, está elegida en primarias y en ella participan, en puestos de salida,
no de adorno, personas, en calidad de independientes, que son referentes de los movimientos sociales y la sociedad civil
madrileña. Personas de reconocido prestigio que demuestran que
Podemos sigue siendo un proyecto vivo, atractivo y conectado con la calle, por
mucho que haya quienes lleven desde 2014 afirmando que Podemos no conecta con
las reivindicaciones del 15-M.
A pocos medios les ha dado por entrevistar a Alejandra Jacinto, abogada de la Plataforma de
Afectados por la Hipoteca, curtida en mil batallas en defensa de la vivienda y
contra los desahucios en una región especialmente afectada por los precios de
los alquileres debido a demasiados pelotazos urbanísticos como la Operación
Chamartín.
Tampoco se ha puesto en valor el fichaje de Serigne
Mbayé, joven de origen senegalés que se jugó la vida para llegar a
un país que lo condenó a vender en la manta, a la pobreza y el racismo
institucional. Ahora, aunque es empresario de una cooperativa y ya tiene la
nacionalidad española, sigue defendiendo a los que sufren las políticas
migratorias que él sufrió. Los mismos medios, tertulianos y políticos a los que
se les ha quedado la boca seca hablando de Hamala Harris, la vicepresidenta de
Estados Unidos, cuyos padres llegaron en avión a estudiar un posgrado universitario,
no a tirar la manta en medio de una avenida y arriesgarse a que la policía se
los llevara preso. A la progresía estética patria le gusta mucho los relatos
que no suponen una enmienda a la totalidad a sus privilegios de clase, por eso
veneran a la vicepresidenta de Estados Unidos y ocultan a Serigne Mbayé. No es
la diversidad, es la clase lo que les mueve. La suya. En España
se lee mucha novela y muy poco ensayo. Nos gusta poco la verdad y somos
expertos en tejer relatos, que es una forma muy fina de decir que algo no es
verdad.
Menos se ha dicho de Agustín Moreno, un
profesor de instituto de Vallecas, histórico dirigente y afiliado a Comisiones
Obreras desde la clandestinidad e impulsor de la Marea Verde en Madrid, cuyos
alumnos lo despidieron cuando se jubiló en un largo aplauso por los pasillos
del centro educativo que lo hicieron viral sus propios alumnos en
agradecimiento a un hombre que les enseñó a ser buena gente y a ser ciudadanos
libres, mucho más importante que aprobar la asignatura que impartía, Historia.
Otro de los fichajes de Iglesias, que en sí mismo llenaría de valor la
candidatura, es el de Beatriz Gimeno, que
si bien es cierto ya había sido antes diputada de Podemos en la Comunidad de
Madrid y viene de dirigir el Instituto de las Mujeres, no es menos cierto que
es una de las teóricas feministas más relevantes de España y la mujer que
diseñó la estrategia, junto con Pedro Zerolo, que permitió que en un país
sotana y sacristías se aprobara una ley de matrimonio igualitario mucho tiempo
antes de lo que ella misma pensó que se podía aprobar.
También va en la lista Jesús Santos,
teniente de alcalde de Alcorcón, conductor del camión de la basura que en las
elecciones municipales obtuvo uno de los mejores porcentajes de voto de Podemos
y que logró, liderando una huelga general, unas buenas condiciones laborales
para los trabajadores de la empresa municipal de limpieza. Julio Rodríguez, exJemad con el Gobierno de José Luis
Rodríguez Zapatero, también participa en una lista electoral que incluye
nombres atractivos, de gente con experiencia en diversos campos.
En el PP, tres
tránsfugas procedentes de Ciudadanos
En el PP, los fichajes más resaltables son tres tránsfugas procedentes de
Ciudadanos que dejaron su escaño cuando ya se había disuelto la Asamblea de
Madrid: Toni Cantó, Sergio Brabezo o Marta Marbán. Eso sí, la
operación de comprar diputados se ha llamado “Operación Libertad” mientras
que a la lista de Iglesias la han llegado a denominar “Arca de Noé” de forma peyorativa.
Ciudadanos, fiel al dicho popular que dice que en tiempos de crisis no
hacer mudanza, se presenta con una lista de afines a Inés Arrimadas que darán
la batalla casi imposible de superar el suelo del 5%. Vox tampoco ha hecho
ningún cambio. De hecho, los 12 primeros puestos de la lista electoral,
con un antiguo miembro de los grupúsculos de Fuerza Nueva como número
dos, son los mismos que ya concurrieron en las elecciones de 2019.
Lejos de incluir a nadie de la sociedad civil, el PSOE ha castigado a la histórica activista transexual Carla
Antonelli hasta el puesto número 35, cinco puestos por debajo del
lugar en el que concurrió en 2019. Antonelli está siendo una de las voces más
activas a favor de la ley trans que ha elaborado el Ministerio de Igualdad y
que el PSOE tiene bloqueada su tramitación. Por su parte, el partido de Iñigo
Errejón, cuya candidata es la médica y portavoz del partido Mónica García, ha
incluido en su lista a los primeros espadas de la dirección política y tampoco
ha incorporado a nadie de los movimientos sociales.
Como de Pablo Iglesias y Podemos sólo se puede hablar mal, porque el
objetivo es diabolizar en base a moralismos a una formación que, lejos de tener
postulados radicales, defiende medidas que están a la derecha
de la socialdemocracia europea de posguerra. Nadie dirá que el
legado político de Pablo Iglesias en el Gobierno de España se ha saldado con el
mayor nivel de protección social de la historia de España, que su cabezonería
ha servido para hacer posible que las ayudas a empresas hayan sido directas y en forma de ERTE y no en
forma de endeudamiento a través de los bancos,
Tampoco se dirá que con Iglesias se han prohibido los desahucios y los
cortes de suministros básicos durante la pandemia, en contra de lo que querían
los socialistas, que creen que todo es un bien de
mercado. O que el sueldo mínimo ha pasado de 750 a 950 euros en sólo
tres años por el concurso directo de Unidas Podemos. De Podemos sólo se puede
hablar mal, por eso hay quienes han renunciado a hacer periodismo y se han
convertido en portavoces de los dueños de España que lo tienen todo y quieren
todavía más.
No haría falta ni siquiera que los medios de comunicación hablaran bien de
Podemos, sería suficiente con que hicieran periodismo ponderado y no burda
propaganda que lleva desde 2014 intentando diabolizar a una opción política que
con su irrupción lo puso todo patas arriba y se ha convertido
en un detector maravilloso de reaccionarios y de progres estéticos que están
encantados con ser la nota de color del sistema, pero que se incomodan cuando
el sistema se tambalea.
El circo del Estado del 78 hace aguas por todos lados mientras los necios
miran a Pablo Iglesias en lugar de mirar la corrupción de las empresas del
IBEX-35, a los tejedores del caso Gürtel, caso Púnica, caso Ambulancias, caso
Bárcenas, caso Universidad Rey Juan Carlos I, caso Lezo, caso EREs, caso rey
emérito fugado que traía millones a España en maletas desde dictaduras árabes y
a los medios de comunicación que han sido cómplices y valedores de
tanta inmundicia. El gran problema de España es el desprecio a la
verdad, no Pablo Iglesias, por eso no se puede hablar bien de Podemos y de
Pablo Iglesias ni aunque lo hagan bien.
La última hora DdA, XVII/4810
2 comentarios:
Excelente artículo. Por fin alguien cuenta las verdades sobre la próxima campaña electoral en Madrid. En muy pocas palabras, pero bien claras, se expone la realidad de cada partido presentaque se presenta al
Piensa en Global y actua en Local. PODEMOS no es mas que una "primavera arabe" de Soros y su "OTPOR Inc."
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