jueves, 29 de abril de 2021

FRENTE A LOS MILES DE ANCIANOS MUERTOS EN LAS RESIDENCIAS, ETA TAMBIÉN VALE


Félix Población

Las encuestas dirán lo que quieran, aunque sea tan desaforadas como la de La Sexta a favor de  los resultados que puede obtener el Partido Popular el próximo 4 de mayo, pero que ese partido deba recurrir en la recta final de la campaña a la memoria de ETA por enésima vez es un síntoma inequívoco de que la demoscopia al uso  están bajo sospecha. O al menos yo no me la puedo creer

Para muchos está claro que si se ha llegado a los niveles inadmisibles de crispación  que se registran estos días, por primera vez en una campaña electoral, los responsables no están repartidos entre todos los partidos políticos o entre aquellos que los analistas equidistantes llaman extremos. Desde determinados medios de comunicación que todos conocemos, no se ha dejado de contribuir a ese clima de encono desde hace muchos años. 

Al mismo se sumó el Partido Popular -a imitación de esos medios-,  tal como recordamos después de su derrota en 2004 y la legislatura correspondiente, cuando la política antiterrorista de Zapatero -la que acabó con ETA- mereció del partido conservador las más duras críticas y el presidente del Gobierno no dejó de ser denostado con las más graves imputaciones (hágase uso de la hemeroteca y videoteca). 

Eso mismo se repitió tras las últimos comicios generales, cuando el lidercillo de esa derecha asilvestrada calificó al actual gobierno de coalición de ilegítimo y social-comunista, con una nueva e inadmisible sarta de insultos dirigidos al jefe del ejecutivo que son fáciles de recordar: desde felón hasta okupa. Es de ahí de donde procede la crispación que nos ha llevado a la correspondencia terrorista que se viene estilando estos días, con amenazas de muerte hasta ahora solo reiteradas en la persona de Pablo Iglesias y su familia, y con un nuevo destinatario más, el ex presidente Zapatero, el mismo que dio fin al terrorismo de ETA.

Gracias a la política antiterrorista de quien hoy ha sido amenazado de muerte por quienes se sirven del clima de crispación gestado desde la inquina más reaccionaria, ETA dejó de matar hace once años. Que a seis días de las urnas en Madrid el Partido Popular se sirva de ETA como arma electoralista no solo podría ser indicio de que esa gran victoria demoscópica no es segura, sino una evidencia más de la desvergüenza y cinismo que mueve a esa derecha asilvestrada por Vox cuando su argumentario es plano. Casado celebró ayer un mitin de apoyo a Ayuso y contra el Gobierno con las víctimas del terrorismo a las que promete darles voz a la hora de decidir la situación penitenciaria de los presos etarras. Quizá piensa que así se pueden ocultar los miles de ancianos fallecidos por coronavirus en la soledad de sus habitaciones en las residencias de la Comunidad de Madrid, gestionadas por el gobierno de Díaz Ayuso.

       DdA, XVII/4832        

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