martes, 10 de noviembre de 2020

GARCÍA LORCA EN COMPOSTELA


Félix Población

Si hay un lugar, aparte de Andalucía, en el que Federico García Lorca  quisiera haber sido recordado, no tengo dudas en que ese lugar sería Galicia, por la querencia que le tuvo el poeta a la lengua gallega, en la que escribió sus seis no muy conocidos poemas. De eso tengo referencia gracias a la entrevista que un día de hace muchos años años le hice en Orense al escritor Eduardo Blanco Amor, a quien Federico entregó aquellos versos.  María Torres, en su blog Búscame en el ciclo de la vida, incluye el artículo que el autor de La parranda escribió con tal motivo, introducido con unas frases del propio poeta asesinado acerca del impacto que supuso para él visitar Galicia: "A mi llegada a Galicia, las fuerzas formidables de Compostela y el paisaje se apoderaron de mi en forma tal que también me sentí poeta de alta hierba, de la lluvia alta y pausada. Me sentí poeta gallego...". Desde hace unas semanas, Federico pasea por la Alameda da Ferradura de Santiago, como si descendiera las escaleras de la Praza da Quintana, en cuya lugar se le hizo la fotografía que ha servido de inspiración para la escultura del poeta, obra de Álvaro de la Vega. Viste Lorca el mono azul que fue su vestuario durante las giras teatrales de la compañía La Barraca por los pueblos y ciudades del país, llevando el verso y la cultura que tanto necesitaba aquella España y sigue necesitando esta y las que vengan. Como la ocasión se presta a ello, no me resisto a recordar el precioso poema que Federico escribió en gallego teniendo como asunto un doce amor bajo la lluvia de Compostela. Algunos lo recitamos hace mucho por aquellas mismas viejas rúas cuando eran jóvenes las noches y el porvenir, y también la voz nativa de Galicia prendió en nuestro corazón:

Chove en Santiago
Meu doce amor
Camelia branca do ar
Brila entebrecida ao sol.
Chove en Santiago
Na noite escura.
Herbas de prata e sono
Cobren a valeira la.
Olla a choiva pola ra
Laio de pedra e cristal.
Olla no vento esvaido
Soma e cinza do teu mar.
Soma e cinza do teu mar
Santiago, lonxe do sol
Agoa da maan anterga
Trema no meu corazon.




     DdA, XVI/4663    

No hay comentarios:

Publicar un comentario