lunes, 19 de octubre de 2020

EL ESCENARIO DE LA PANDEMIA ES LA LUCHA DE CLASES

 


José Manuel Martín Medem

La lucha de clases es el escenario de la pandemia. Lo ha advertido la revista médica británica The Lancet, referente internacional para las valoraciones científicas.

El editor de dicho semanario, Richard Horton, considera que “fracasará una estrategia exclusivamente biomédica contra el coronavirus, por muy eficaces que sean los tratamientos y la protección de la vacuna, porque nuestras sociedades nunca estarán verdaderamente seguras si los gobiernos no aplican políticas que reduzcan las desigualdades”.

Incluso los especialistas de la BBC han llegado a la conclusión de que “muchos científicos aseguran que para frenar el avance y el impacto de la pandemia hay que actuar sobre las condiciones sociales que impiden que los más vulnerables puedan acceder a la atención sanitaria y a una alimentación adecuada”.

“En un escenario de profundas desigualdades sociales y ambientales -añade The Lancet-, el contagio es mucho mayor en las comunidades empobrecidas que padecen la inseguridad alimentaria, el cambio climático y la precariedad de la vivienda y de los servicios públicos”.

El coronavirus devora a quienes ya están afectados por otras enfermedades, como consecuencia de la mala alimentación y la falta de atenciones, y no tienen la posibilidad de cumplir con las recomendaciones o imposiciones sobre la higiene y el distanciamiento en la convivencia.

Según The Lancet, “resulta demasiado limitada la estrategia basada fundamentalmente en restringir las actividades sociales y establecer cuarentenas”.

“El agua doméstica es la principal vacuna disponible, con el jabón, frente a la pandemia”, ha explicado Pedro Arrojo, que acaba de ser nombrado Relator Especial de la ONU sobre los Derechos Humanos, el Agua Potable y el Saneamiento. Es un activista español que lleva mucho tiempo peleando contra los que quieren convertir en un negocio el abastecimiento de agua. Lo que nos dice es que “solo desde la solidaridad se puede combatir eficazmente la pandemia”.

La reciente filtración de documentos confidenciales de la agencia estadounidense para la investigación sobre los delitos financieros confirma que los bancos internacionales hacen grandes negocios con los delincuentes. Miles de millones robados a la hacienda pública o sobre los que no se pagan impuestos se ocultan, con la complicidad de la banca, en cuentas secretas de paraísos fiscales, en vez de invertirse en las infraestructuras, la sanidad o los programas de asistencia social que reducirían las tremendas desigualdades por las que la pandemia avanza sin control.

       DdA, XVI/4643      

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