lunes, 24 de agosto de 2020

TOROS EN ESPAÑA: MÁS DE UN MILLÓN DE CUCHILLADAS AL AÑO

Lazarillo
Vuelve a ser muy preocupante la situación sanitaria en la comunidad de Madrid, como lo fue con trágicas consecuencias la pasada primavera, centrada en esa fecha fatídica del 7 de abril en la que fallecieron 913 ancianos en las residencias y geriátricos, según acaba de investigar Manuel Rico. El consejero de Ciudadanos que se mostró en su día crítico con la gestión de sus socios de gobierno del Partido Popular, acabó por envainársela y no facilitar una moción de censura al nefasto gobierno de la señora Ayuso. Ahora, ese mismo gobierno baraja la reducción de la movilidad en esa región, en evitación de que el galopante incremento de rebrotes del virus no nos lleve a ese reciente y negro pasado. Estamos a la espera de que la presidenta de esa comunidad tome alguna decisión con respecto a las corridas de toros previstas para el 28 de agosto y siguientes en Alcalá de Henares, un espectáculo de carácter masivo sobre el que nada se sabe oficialmente hasta el momento*.  Ya sabemos que a Díaz Ayuso se le ocurrió no hace mucho convocar una corrida de beneficencia -¿habrá expresión más pútrida?- en homenaje a los sanitarios. Veremos qué pasa con la de Alcalá. De momento, leamos este pasaje de Vicent en el que hace balance de un millón de cuchilladas por año en la piel de toro: 
   
La fiesta de los toros es un espectáculo hortera y tercermundista, rodeado de gánsters aceitosos de tercera división, de pícaros chorizos, de hedores de desolladero, de señoritos latifundistas, patriotas con puro y clavel, de japoneses turistas que se llevan de recuerdo unas banderillas embadurnadas con sangre de conejo, de negocios sucios bien sombreados por la bandera nacional." "Habría que saber el número exacto de reses bravas que se sacrifican en España cada año ante el general jolgorio lleno de gritos, aplausos, denuestos, vítores y regüeldos de los aficionados a la fiesta nacional. Según cálculos tomados al aire, la cantidad oscila alrededor de 50.000 toros corridos o sacrificados públicamente en plazas y en festejos populares. Si por cada res muerta, que se llevan las mulillas al desolladero, se añade una media de tres puyazos, tres pares de banderillas, tres estocadas, cuatro pinchazos en hueso y otros tantos descabellos, acompañados de los vómitos correspondientes producto de degüello, la suma alcanza más de un millón de cuchilladas. El inconsciente colectivo de este país está sumergido en la charca de sangre que se deriva de esta gran carnicería festiva, y que a su vez convierte su violencia orquestada con las consabidas charangas en una costumbre cotidiana. La corrida ha perdido toda su estética. Bien en los cosos taurinos, cada año más deshabitados, bien en su versión pueblerina en plazas de carros, con encierros, toros de fuego o ensogados, donde los morlacos destripan cada verano a no menos de una docena de borrachos, a esta fiesta nacional ya no hay poeta, crítico o aficionado que la salve, ni siquiera invocando al buey Apis." 

*Se celebrarán con el 65 por ciento de aforo.

Muy recomendable este artículo de Torres en Público: Santa Ayuso, la gata de Schrödinger

        DdA, XVI/4591       

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