Interior de Santa Cristina de Lena
Félix
Población
Leo que el vicepresidente segundo del Gobierno y la ministra de Igualdad
han tenido que abandonar el lugar donde pasaban unos días de vacaciones en
Asturias porque también allí fueron acosados por algunos sujetos de
extrema derecha, similares a los que hacen lo propio desde hace más de tres meses ante el domicilio habitual de Iglesias y Montero en Galapagar, sin que
la autoridad competente, con su ministro del Interior a la cabeza, mueva un
dedo.
En palabras de uno de esos individuos, grabada en un vídeo que circula por
la red y asquea por su grima, se trata de enrabietar a Iglesias, ya sea en la
localidad madrileña o en Felgueres, la pequeña localidad asturiana del ameno
Valle del Lena, en donde la familia Iglesias/Montero pretendía pasar una
jornadas de apacible y retirado descanso, muy cerca de la más vistosa y bella
joya del prerrománico asturiano, la ermita de San Cristina.
También hasta allí llegaron las sombras de Caín, cuya dilatada y mefítica
trashumancia sobre nuestra historia no parece dejar de proyectar su oscuro acecho,
sin reconsiderar que tanto odio y de tal catadura sobre unas mismas personas,
elegidas democraticamente para representar al Gobierno de su país, tiene una
facultad cívica incuestionable: la de ennoblecer el valor, la integridad y
personalidad de los odiados, y hasta hacerlos indispensables para creer en otra
España en la que esa caterva de desalmados se pudra con su rabia y su rencor a
solas.
Así como en el caso de la residencia madrileña de Montero e Iglesias varios
medios de información dieron las pistas en su día para ubicarla y fijar así el
destino de los acosadores, fue el diario provincial El Comercio de
Gijón el que informó del lugar en el que veraneaba la pareja con sus tres
hijos. Ese periódico forma parte del grupo Vocento, al que pertenece
el diario ABC.
Bien sabemos cómo se las trae ABC con Podemos y las portadas de las que
hace gala falaz y torticera. También sabemos que ese tipo de información, de la que nada se
conoce en el caso del resto de miembros del ejecutivo, tiene un carácter
bastante o muy reservado. Cabría preguntarse cómo ha logrado conseguirla un
periódico local y hasta pensar si el periódico madre de la casa no echó mano
para ello de las no extintas cloacas de Interior.
El virus del odio que denotan estos casos, altamente contagioso y sumamente
lesivo para la democracia cuando las circunstancias le son propicias, no lo
debe permitir un ministro del Interior que, hasta ahora, mantiene en este sentido una negligente y
temeraria pasividad, a la que podría sumarse una incapacidad o cobardía para limpiar
su departamento de quienes lo ensuciaron en el pasado reciente contra el mismo
partido político.
PS. Enrique Santiago, que hospedaba a Montero e Iglesias en una casa familiar en Asturias, ha lamentado que la Fiscalía no actúe de oficio contra las amenazas y afirma: "Es un clima de odio que un día va a acabar mal". ELDIARIO.ES
PS. Enrique Santiago, que hospedaba a Montero e Iglesias en una casa familiar en Asturias, ha lamentado que la Fiscalía no actúe de oficio contra las amenazas y afirma: "Es un clima de odio que un día va a acabar mal". ELDIARIO.ES
DdA, XVI/4586
No hay comentarios:
Publicar un comentario