miércoles, 8 de abril de 2020

LA PANDEMIA DE GRIPE PREVISTA POR GEORGE W. BUSCH

Actualmente, mientras en China ya no se registran fallecimientos por el virus, Estados Unidos es el epicentro de la pandemia, con casi 400.000 casos y casi 12.000 personas fallecidas.



Lazarillo

En el verano de 2005, el entonces presidente de los Estados Unidos George W. Busch quedó muy impresionado con la lectura de un libro en su rancho tejano de Crawford. Había transcurrido un lustro desde la masacre de las Torres Gemelas y pareciera que al titular de la Casa Blanca lo obsesionaran las grandes catástrofes. El libro en cuestión trataba de la gran pandemia de gripe de 1918, traspasada a Europa por las tropas norteamericanas durante la Primera Guerra Mundial, y que en España causó 200.000 muertes. A su regreso al despacho oval, Busch llamó a su asesor de seguridad y le entregó La gran influenza, la obra del historiador John M. Barry. "Tienes que leer esto", recuerda Fran Townsend cuando el presidente le dijo. "Dijo: 'Mira, esto sucede cada 100 años. Necesitamos una estrategia nacional'". 
Fue así, tal como cuenta ABC News, como nació el plan de pandemia más completo de aquel país: un libro que incluía diagramas para un sistema global de alerta temprana, fondos para desarrollar tecnología nueva y rápida de vacunas y una sólida reserva nacional de suministros críticos, como máscaras faciales y ventiladores, dijo Townsend. El esfuerzo fue intenso durante los siguientes tres años, incluidos ejercicios en los que los funcionarios del gabinete expresaron sus respuestas, pero no fue sostenido. Grandes extensiones del ambicioso plan no se realizaron plenamente o quedaron totalmente archivadas a medida que otras prioridades y crisis se afianzaron. Cuando Bush les dijo por primera vez a sus asistentes que quería centrarse en el potencial de una pandemia global, muchos de ellos abrigaban dudas. En los meses siguientes, los funcionarios del gabinete respaldaron la idea. La mayoría de ellos habían gobernado a través de los ataques terroristas del 11 de septiembre, por lo que los eventos considerados improbables pero altamente impactantes tuvieron cierta resonancia. 
"Se dio cuenta de que ya no es fantástico plantear escenarios sobre aviones que caen del cielo o que el ántrax llega por correo", dijo Tom Bossert, quien trabajó en la Casa Blanca de Bush y luego fue asesor de seguridad nacional en la administración Trump. "No era una novela. Era el mundo en que vivíamos". Según Bossert, quien ahora es colaborador de ABC News, Bush no solo insistió en prepararse para una pandemia. "Estaba completamente cautivado por la certidumbre de que eso iba a suceder", dijo Bossert.
A propósito de esta información es muy ilustrativo el discurso pronunciado por Busch el 1 de noviembre de 2005 en la sede del Departamento de Salud y Servicios Humanos de su país: advirtió sobre la posible amenaza de una pandemia de gripe. "La pandemia no es como un desastre natural", dijo Bush a los presentes. "A diferencia de las tormentas e inundaciones que golpean y luego retroceden, una pandemia puede continuar causando desastres con olas repetidas durante un año o más". En esa ocasión, el presidente estadounidense también dijo que "en caso de una pandemia, escasearía cualquier cosa, desde jeringas hasta camas de hospital, desde ventiladores hasta suministros médicos de protección".


     DdA, XVI/4459    

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