Si los medios (sus dueños) no están implicados en la puesta en marcha de esta locura, lo que deben hacer es averiguar a qué responde esta exasperante y a la vez estúpida campaña mediática. ¿Será cosa del ámbito bursátil, por ejemplo?
No digo que a una enfermedad estacional contagiosa aunque
en sí misma benigna salvo complicaciones que afecta principalmente a los
mayores, no le presten atención los medios
y no le hagan un hueco en la noticia. Lo que digo es que el modo de
tratar mediáticamente el asunto es un desvarío que roza la psicosis que, dada
la potencia psicológica del instrumento, puede inducir a la histeria colectiva
y en todo caso colapsa las salas de espera de los centros de salud, en
detrimento de la atención que requieren otras afecciones incluso más graves.
Como es lógico, los
medios saben muy bien lo que hacen y los efectos que producen. Por eso no me
puedo creer que este matar un virus informativamente a cañonazos tratando la
noticia sobre esta gripe como si estuviésemos ante la peste bubónica, no esté calculado
con la precisión del agrimensor. Llevamos casi un mes asistiendo al espectáculo
enfermizo en todas las cadenas privadas españolas del bombardeo informativo
acerca de una enfermedad en el fondo irrelevante al lado de todas las demás.
No es posible que
una simple gripe ponga patas arriba a un país pues, salvo China, que alberga a
casi una quinta parte de la población del mundo, no me imagino a ninguno otro
tratando la información de esta manera sin uno o varios motivos coordinados
ocultos. Llevamos casi un mes sometidos a una obsesión informativa acerca de
una gripe que, como toda la vida y más bien por sus complicaciones, a duras penas mata sólo a
ancianos y cuyo número total de casos confirmados hasta ahora según la BBC News
es en todo el mundo 111.839 y el número total de muertes por este virus 3971.
Teniendo en cuenta que la pasada temporada, por complicaciones derivadas de esa
enfermedad se produjeron 800.000 casos y 15.000 muertos, según
htttps://www.redaccionmedica.com, y nada se dijo fuera del ámbito sanitario y
de la noticia suelta, no me cabe duda de que algo turbio tiene que haber detrás
del asunto.
En realidad esta
neuropatía, está paranoia, no es infrecuente en las cadenas privadas
generalistas. Cogen un asunto y no lo dejan hasta que lo pulverizan. Pero éste
sobrepasa todo lo imaginable. Es mediáticamente nauseabundo. En primer lugar
por lo dicho, la de este año no consta que se diferencie por su virulencia
significativamente de otras gripes. Y en segundo lugar, porque está cundiendo
el pánico y colapsando las salas de espera de los centros de salud, a costa de
otras afecciones.
Una de dos, o esta delirante campaña
es otra estratagema de laboratorio para velar otros asuntos siniestros de
alcance mundial o doméstico de España, o los medios de comunicación han agotado
su imaginación como se ha secado la creación cinematográfica y de ahí la
reiteración de la truculencia, de los zombis y del futurismo barato so pretexto
de modernidad. Si los medios (sus dueños) no están implicados en la puesta en
marcha de esta locura, lo que deben hacer es afanarse en la tarea de averiguar
a qué responde esta exasperante y a la vez estúpida campaña mediática. ¿Será cosa
este fenómeno del ámbito financiero, por ejemplo? ¿O será propio de la necedad
de la que habla Erasmo de Rotterdam en su Tratado de la Estulticia, pero en
este caso masiva? En todo caso, dentro de quince días, estemos seguros de que
no volverá a hablarse del asunto. Lo que pasó con la gripe Ébola o la
gripe Aviar que también parecieron precursoras del fin de la especie
humana pero sin tanta aparatosidad ni bombardeo informativo como los de la
actual psicosis...
DdA, XVI/4431
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