sábado, 1 de febrero de 2020

LA VIDA PÚBLICA ES DELEZNABLE, EL PUEBLO NO, PERO VOTA ASÍ


En su artículo de hoy en el diario La Voz de AsturiasEnrique del Teso nos habla del relato y lo deleznable, teniendo en cuenta no solo la acepción que la Real Academia de la Lengua añadió en 2001  a este calificativo como propio de lo despreciable e indigno, sino la que según su etimología proviene de la raíz latina lenis, suave, resbaladizo, deslizante, inconsistente, y también propenso a disgregarse y deshacerse.  Así, según el articulista, Ciudadanos sería un partido deleznable, en el sentido de que tiende a su extinción, mientras que Casado equivaldría al punto en que se cruza lo indigno, lo inconsistente y lo propenso al desliz. Del artículo, que conviene leer íntegramente, este Lazarillo destaca sobre todo lo que sigue: 

"Lo tranquilizador es que lo deleznable se concentra en los actores de la vida pública. Esa grasa que se genera cuando se junta gente en la que flotan como en una emulsión, y que llamamos sociedad y convivencia, se mantiene. Se oyen algunos gritos, pero en general la sociedad no se parece a ese abismo de catástrofes que silban en los debates y los titulares de la prensa de la caverna. Lo preocupante es que sí está ocurriendo que la política se está convirtiendo en un conjunto de polémicas e incidentes aislados. Cuando Sánchez provocó la repetición electoral creyendo que sacaría 150 diputados no se equivocaba. Los que decían que Errejón sacaría 9 diputados tampoco se equivocaban. Pero la pulsión emocional que mueve el voto es tan inconsistente y deleznable como lo es la vida pública. Lo que impulsó la atención a Errejón y la distracción sobre Vox desapareció y se olvidó muy rápido. Franco y Cataluña lo hicieron incluso remoto. Estamos en lo que en fútbol se suele llamar un correcalles. La vida pública es deleznable, el pueblo no es así, pero vota así. Donde solo hay peleas aisladas sin cohesión y donde tienen el mismo valor los hechos y las mentiras desvergonzadas, el conocimiento y el bramido, lo único que tenemos es un puzle con el que cada uno puede formar el relato que quiera. Y tendrá más predicamento quien mejor lo ancle en el estado emocional de la gente, en sus miedos, iras y afanes".

"Pero conservo un pálpito positivo. El Gobierno parece haber entendido lo fundamental: cohesión sin fisuras, rapidez y pulso firme y centrarse en los hechos reales. Con los antecedentes de los actores, eran de temer otros rumbos. De momento, parece lo más orientado de la vida pública, y no mal orientado. Más nos vale. En un ambiente deleznable y correcalles, como se decía en la desopilante comedia Arsénico por compasión, cualquier cosa puede ocurrir y ocurre con frecuencia".

               DdA, XVI/4395             

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