Cabe suponer que durante la entrevista que celebrarán el próximo 6 de febrero en Barcelona el presidente del Gobierno y el president de la Generalitat, no serán los lamentables efectos del temporal Gloria en Cataluña los que ocupen lo esencial de la charla. Podría ocurrir hasta que se les olvide, enzarzados como están en el conflicto derivado del Procés.
Personalmente, me gustaría saber qué tiempo ocupará en esa conversación el grave problema que afecta, por ejemplo, a la sobrevivencia ecológica y económica del delta del Ebro después de la inundación que ha sufrido recientemente con el citado temporal. Bien sabemos lo que una desatención, indiferencia o mala gestión de asuntos como este origina. Solo hace falta mirar la agonía del Mar Menor en Murcia.
La semana pasada, un alcalde con sentido común como el de Bellgrad (Valencia), no pudo evitar el comentario más razonable que he leído con ocasión de los efectos del temporal Gloria en las costas levantinas. Alex Ruiz, al observar la destrucción casi total causada en el paseo marítimo de la citada localidad, se preguntó si "merecía la pena reconstruirlo y malgastar millonadas cíclicamente engullidas por el mar".
Bien sabido es el desaforado y bestial proceso de urbanización hasta primeras líneas de playa llevado a cabo en el levante español a lo largo de muchos años, empujado por la especulación y las pingües rentas de un turismo de masas. Es muy posible que lo ocurrido este año se repita en el futuro con más frecuencia y regularidad, porque para eso pesan en el porvenir del planeta los efectos cada vez más fehacientes del calentamiento global.
Haciendo ya balance, leemos hoy que los gobiernos de España han gastado hasta ahora un total de 125 millones de euros en obras de reparación de nuestro litoral en los últimos seis años. Ante las consecuencias del temporal Gloria, el Colegio Oficial de Geólogos ha llegado a decir que es el momento de deconstruir la costa y que la naturaleza recupere lo suyo. La cuestión está en hasta dónde retirarse hoy en día.
¿Dedicarán Torra y Sánchez un tiempo de su charla a algo tan vital para el futuro de su patria o patrias como lo es para el propio futuro del planeta? No estaré para verlo, pero puede que no lo leamos en los medios de información, afanados en la cuestión catalana como hace casi un siglo, más lo que siga.
DdA, XVI/4397
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