Félix Población
Ya sabíamos que siendo ministro del Interior al menos, Fernández Díaz tenía a su disposición un ángel de la guarda que se llamaba Marcelo y le ayudaba a aparcar. Ayer nos enteramos de que gracias a una dulce confidencia del papa Benedicto XVI, durante la entrevista que mantuvo con don Jorge el 17 de junio de 2015, el diablo quiere destruir España.
Esas intenciones luciferinas se las comentó el pontífice literalmente durante una audiencia privada de casi una hora en la que no pudo faltar la cuestión catalana, no se si pasando o no por la abadía de Montserrat. Aseguró Jorge Fernández Díaz que nunca se le ocurriría tomar la palabra del papa emérito en vano, al tiempo que participaba esta información al respetable que asistía a la reciente presentación del libro La pérdida de España, del profesor de la Universidad CEU-San Pablo Alberto Bárcena.(InfoCatólica).
El que ahora es papa emérito detalló a don Jorge que el diablo "ataca más a los mejores y por eso ataca a España y quiere destruir a España". Quien fuera Benedicto XVI en la silla de San Pedro se extendió en consideraciones sobre la misión evangelizadora de nuestro país en el mundo, sus santos y sus mártires, desde la Contrarreforma a los años treinta del pasado siglo, y expuso a disposición de su distinguido feligrés las armas con las que vencer a Satán: humildad, oración, sufrimiento y devoción mariana.
Poco después de esa audiencia privada, tuvimos conocimiento de Las cloacas de Interior, la trama revelada por el diario Público por medio del documental del mismo nombre, difundido en junio de 2016, sobre el uso partidista del Ministerio del Interior durante la gestión de Jorge Fernández Díaz para perjudicar a incriminar a los políticos independentistas catalanes. El vídeo no fue difundido por ningún canal de televisión de ámbito estatal.
Con relación a las últimas noticias sobre la política catalana, me quedo con estos párrafos del artículo que firma hoy en el diario La Vanguardia uno de sus más lucidos columnistas, Antoni Puigverd, bajo el titular Coquetear con el suicidio:
"Sin autocrítica y rectificación clara, la política catalana tenderá a la estetización de la derrota, al lamento perpetuo. Que rectifiquen ellos, decía ayer Romeva: ¿cómo quieres que rectifiquen, querido amigo, si les has servido en bandeja el pretexto para encerrarte en prisión? La buena política no tiene que ver con la superioridad moral, sino con el acierto estratégico. El esteticismo de la derrota y la competición por el martirologio conectan muy bien con la visión romántica de la historia de Catalunya y con el “tornarem a lluitar, tornarem a sofrir, tornarem a vèncer”. Pero, a estas alturas de la película mundial, no serán más que el prólogo de una nueva decadencia.
"Mientras China construye un hospital en dos semanas, Catalunya -finaliza Puigverd- eterniza la derrota. Con los problemas que occidente tiene planteados, persistir en una vía fracasada es coquetear con el suicidio".
Álvaro Noguera
DdA, XVI/4391
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