Félix Población
En los libros de historia se suele dar por hecho que durante la
segunda República hubo en España hasta cuatro ministros anarquistas,
entre los que figura la primera ministra en la historia del país:
Federica Montseny, titular del departamento de Sanidad. Los otros tres
fueron el sindicalista Juan López Sánchez, ministro de Comercio, Joan
García Oliver, compañero de Buenaventura Durruti y ministro de
Justicia, y Joan Peiró, titular de Industria y el único de los cuatro que
fue fusilado por el franquismo después de haber sido detenido y
entregado por la Gestapo.
A pesar de lo que digan los libros,
además de los citados hubo un quinto ministro anarquista cuyo nombre y
gestión han pasado desapercibidos, quizá por haber sido el último
ministro de Instrucción Pública de la segunda República durante el
último gobierno presidido por Juan Negrín, o por haber discrepado al final de su vida con la ortodoxia libertaria. Se trata de Segundo Blanco
González (1899-1957), un anarcosindicalista asturiano natural de Gijón
que desde muy joven, trabajando en los astilleros navales de esa ciudad,
militó en el sindicato metalúrgico de la Confederación Nacional del
Trabajo (CNT) y mantuvo un intenso activismo político, con una primera
participación reseñable en un mitin celebrado en La Felguera en 1922
junto a Ángel Pestaña, fundador luego del Partido Sindicalista, en el
que se criticó a la recién nacida Unión Soviética. Sufrió por entonces
varias detenciones, al tiempo que realizaba estudios nocturnos de
magisterio mientras trabajaba como aparejador.
Fue por los años
veinte cuando se destacó como organizador sindical en el Congreso de la
Regional Norte de la CNT, con una participación muy intensa también,
junto a Avelino González Mallada –futuro alcalde de Gijón durante la
guerra-, en el primer Congreso de la Confederación General del Trabajo
(CGT) celebrado en 1925 en la ciudad portuguesa de Santarem. Durante la
dictadura de Primo de Rivera, Segundo Blanco encabezó el comité
clandestino de la CNT en Gijón, participando el 24 de junio del año
siguiente en la conocida como Sanjuanada, el frustrado levantamiento
militar contra el dictador.
Formó parte en ese levantamiento del
conocido como Complot del Puente de Vallecas. Su detención y las
torturas sufridas le llevaron a denunciar al responsable de las mismas,
el capitán de la Guardia Civil Lisardo Doval, represor después en la
revolución de octubre de 1934 en Asturias. Luego de pasar año y medio en
prisión, Segundo Blanco encabezó el comité regional de la CNT en su
región natal. Tuvo, antes de ser proclamada la República, importantes
participaciones en mítines y manifestaciones. Una vez instaurado el
régimen del 14 de abril en 1931, asistió al tercer congreso de la CNT
ese año, en representación del comité regional de Asturias y los
sindicatos de la construcción, y fue redactor del periódico Solidaridad.
Durante
la República estuvo detenido en diversas ocasiones, entre los años 1931
y 1933 por formar parte de comités de huelga en Gijón y La Felguera.
Rechazó encabezar la comisión de la alianza entre la CNT y la UGT para
la huelga general revolucionaria de 1934, cuando dirigía el periódico
Solidaridad Obrera, pero tras la dura represión con la que se saldó
aquella por parte del gobierno fue nuevamente encarcelado.
Una
vez se produjo el levantamiento militar en julio de 1936, Segundo Blanco
presidió el comité de guerra en Gijón, cuando ejercía como maestro
nacional, y fue nombrado regidor de la ciudad. De ahí pasó a ser, a
finales de 1936, titular del departamento de Industria en el Consejo
Interprovincial de Asturias y León, formando parte de la Comisión de
Guerra del mismo. Acabaría como vicepresidente primero del Consejo
Soberano de Asturias y León, antes de que Gijón fuera ocupada por las
tropas golpistas y Asturias entera cayera en su poder el 21 de octubre
de 1937. Huyó entonces a Francia y desde allí se reincorporó junto a
otros compañeros a la lucha en Valencia, siendo designado responsable de
Defensa del Comité Nacional de la CNT.
A Segundo Blanco se le
nombró ministro de Instrucción Pública y Sanidad el 5 de abril de 1938.
Meses después aprobó el decreto de creación del Consejo Superior de
Cultura de la República, el 7 de septiembre. Entre sus funciones estuvo
una de carácter humanitario: trasladar las colonias infantiles catalanas
en Francia. “Su labor política fue muy contestada por el movimiento
libertario, no tanto por sus realizaciones concretas, que no fueron
escasas si tenemos en cuenta el balance entre unas necesidades que no
dejaban de crecer y unos medios que no cesaban de disminuir, sino porque
ni llevó la voz de la CNT al gobierno ni informó a la CNT de las
decisiones que en esas horas difíciles se tomaban en el consejo de
ministros”.
En
el Centro Documental de la Memoria Histórica se conservan algunos
documentos relativos a la corta gestión de Blanco González como ministro
de Instrucción Pública, entre los que destaca el texto "dado en
Barcelona", con la fecha tachada, de la convocatoria del Premio España,
un equivalente al actual Premio Cervantes pero con carácter más general,
habida cuenta la inclusión no sólo de las letras sino también de las
artes y las ciencias. Podemos leer lo siguiente como introducción a la
convocatoria: "En la hora dramática en que España lucha y se desangra,
defendiendo su independencia y su dignidad de pueblo libre, el ser
nacional tiene necesidad de verse corroborado y fortalecido con la
presencia del espíritu de una civilización vieja e ilustre, pródigamente
sembrada, a través de varios siglos, entre los pueblos del nuevo
continente".
A continuación, se alude a la cordial relación que
la República quiere mantener entre España y los países iberoamericanos,
"llegando este propósito hasta a admitir en su Constitución la doble
nacionalidad de los naturales de aquellos residentes en territorio
español", para pasar después a establecer, con motivo de la Fiesta de la
Raza, "un galardón con que premiar anualmente la obra más relevante en
el campo de la Historia, de la Literatura, de la Ciencia y del Arte que
produzcan los autores hipanoamericanos". Constituido a tales efectos el
Consejo de Cultura con las academias de Lengua, Historia, Bellas Artes,
Ciencias Exactas, Física y Naturales, Ciencias Morales y Políticas y
Medicina, ese galardón se instituye para cada una de esas secciones y
con una dotación de 25.000 pesetas.
Finalizada la guerra,
Segundo Blanco es uno más de los cientos de miles de republicanos que
cruzó los Pirineos camino del exilio. La invasión nazi de Francia lo
lleva como a tantos otros a instalarse en México. Allí, por ser
partidario de mantener la unidad de acción con los partidos políticos,
es expulsado de la CNT. Falleció en Ciudad de México en 1957.
DdA, XV/4212
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