viernes, 12 de octubre de 2018

PARA CUANDO REGRESES/ TENDRÉ LA HIEDRA DE LA ESPERA ENREDADA EN LA PIEL

La imagen puede contener: árbol, planta, cielo, exterior y naturaleza

ANTÍGONA EN OTOÑO
Juan Ignacio González
Para cuando regreses,
tendré los labios secos,
la hiedra de la espera enredada en la piel,
encendida la hoguera
que mitigó las nieves del olvido
y saldré a recibirte hasta el sendero
con la bandera blanca de las claudicaciones
desplegada en los ojos.
Igual que surge el miedo por detrás de los álamos,
el corazón del hombre y la raíz del llanto
se agitan con tu ausencia y muere cada noche
Hemón enamorado sobre el cuerpo de Antígona.

Y si no vuelves quiero,
abrir surcos de amor sobre los campos yermos
y anegarlos de lluvia.

Ser tierra, sólo tierra,
y que cubran las huellas terribles de tu ausencia
las nieblas de este otoño.

O tal vez, si no vuelves,
dejar escrito el verso
para que el tiempo juzgue,
si el viento y tú sois parte de una historia,
o la tormenta es sólo su presagio.


                             DdA, XV/3979                           

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