Lazarillo
Ayer sábado tuvo lugar una nueva manifestación en Salamanca contra la instalación en las inmediaciones de la localidad de Retortillo de una mina de uranio a cielo abierto. Las informaciones sobre el número de asistentes no coinciden ni siquiera cuando las da un mismo medio, la SER, que se refiere en un caso a más de un millar de personas y en otro a casi cinco mil. Otros medios hablan de casi tres mil y algún otro, como el único periódico en papel de la provincia, La Gaceta de Salamanca, ignora la noticia, no en vano este diario recibe una pingüe publicidad favorable a la explotación repartida por la empresa promotora, Berkeley Minera. En ese sentido se comporta igual que Televisión Española, un medio público, que para nada se parece a la TVP, la televisión pública portuguesa. Dado que la mina se instalaría a solo 40 kilómetros del vecino país, ha sido muy nutrida la presencia en la manifestación de políticos y colectivos ecologistas portugueses, algo a lo que la TVP no ha sido ajena. Antes al contrario, la información ofrecida fue abundante y minuciosa, y este Lazarillo comprendió a una vez más a su amigo ovetense Joaquín, entre cuyos planes está el de exiliarse a la costa atlántica, desde donde -según decía Otero Pedrayo, patriarca de las letras gallegas- la luz de poniente mueve a sentir y valorar el sosiego y la poesía. Confiemos también en el sentido común de nuestros vecinos para que, además de acordar modelos de gobierno eficientes, eviten esa mina en la comarca del Campo Charro.
DdA, XIV/3778
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