Para quienes hayan conocido la zona y advertido que no pocas de las encinas eran centenarias, como este Lazarillo que tuvo la oportunidad de abrazarlas y admirarlas en alguno de los parajes de la zona, la desolación de esta imagen hace llorar de lástima -que diría el poeta Juan Ramón Jiménez-, tal como se puede observar por detrás de la pancarta del colectivo Stopo Uranio. La información que publica el diario El País mueve aún más a indignación, aunque excelentes poetas admiradores de Juan Ramón como Antonio Colinas, residente en Salamanca y autor de un magnífico libro titulado La llamada de los árboles, mantengan un estruendoso silencio ante esta atrocidad. ¿No hay un solo intelectual en esa ciudad, cuya universidad está en su octogentésimo aniversario, capaz de manifestarse al respecto? El único diario (progubernamental) en papel de la provincia, La Gaceta de Salamanca, al que Berkeley suministra publicidad masiva, desconoce, ignora o desecha -más bien lo último- la información publicada por el diario El País.
La Comisión Europea ha abierto una investigación a España sobre la mina de uranio que una multinacional australiana intenta explotar en Villavieja-Retortillo (Salamanca), según informa El País. De llegar a inaugurarse, sería la única explotación a cielo abierto de este mineral radiactivo en Europa occidental. Bruselas investiga si el proyecto cumple con varias disposiciones de la normativa de la Unión Europea, entre ellas la directiva de repercusiones medioambientales y la directiva Hábitats.
La investigación se ha abierto “a raíz de varias denuncias y
preguntas escritas”, asegura el comisario europeo de Medio Ambiente,
Karmenu Vella, en una respuesta escrita al Parlamento Europeo, a la que
ha tenido acceso EL PAÍS. La directiva Hábitats protege
los entornos naturales y las poblaciones de especies silvestres de la
Unión Europa. La directiva de repercusiones medioambientales evalúa los
efectos de determinados proyectos públicos y privados sobre el medio
ambiente.
La respuesta de Vella afirma que “de acuerdo con la directiva
Hábitats, todo proyecto que pueda tener una repercusión significativa en
un lugar Natura 2000 debe ser objeto de una evaluación apropiada”, y
añade que los países solo pueden dar su aprobación a uno de esos
proyectos “si han comprobado que no incidirá de forma adversa en la integridad del lugar considerado”.
La mina de uranio que trata de explotar la empresa Berkeley afectará a dos zonas protegidas por
Natura 2000, la red medioambiental europea: un LIC (lugar de interés
comunitario) y una ZEPA (zona de especial protección para las aves).
También hay constancia en la zona de varias especies de fauna protegida,
como la cigüeña negra, el milano real y el alimoche, en peligro de
extinción o calificadas de “vulnerables”, según admite la Declaración de
Impacto Ambiental (DIA) positiva que dio al proyecto la Junta de
Castilla y León.
Según la información de El País, la Comisión Europea también recuerda en su respuesta escrita que España no ha cumplido con su obligación de informar correctamente a Bruselas de un proyecto de estas características.
La minería de uranio es una operación que entra en el ámbito de
aplicación del artículo 37 del tratado Euratom y, por tanto, obliga al
Estado miembro que concede la licencia a presentar toda la información
pertinente. “La Comisión ha recordado a España esta obligación”, señala
la respuesta, de fecha 26 de junio pasado.
El comisario de Medio Ambiente reitera más adelante que la Comisión
“no ha recibido ninguna notificación con arreglo al artículo 37 del
Tratado Euratom acerca del proyecto de la mina de uranio de Retortillo”.
Y añade que, dado que los materiales radiactivos naturales como el
uranio también están cubiertos por la directiva sobre normas de
seguridad básicas, Bruselas “evaluará el cumplimiento de los requisitos de esa directiva de cualquier modo”.
“La mina de uranio de Salamanca se convierte con cada nueva noticia
en un crimen mayor contra el entorno y la economía de la región. La
Comisión Europea ha tenido que recordar al gobierno de España que tiene
que enviar la información pertinente en materia de protección
medioambiental y de la salud, cosa que aún no ha hecho a pesar de que
las obras ya se han iniciado”, afirma a El País Xabier Benito, eurodiputado de Podemos que hizo la pregunta en el Parlamento Europeo.
“Es una buena noticia que la Comisión Europea haya abierto una investigación respecto a las posibles vulneraciones de directivas europeas; sin embargo, la imagen del gobierno de España ante este hecho es lamentable”, añade.
Para Ignacio Paredero, Secretario general de Podemos Salamanca, “la respuesta de la Comisión Europea es un varapalo durísimo a la gestion cómplice del Gobierno con la mina de Berkeley.
La Comisión no sólo abre una investigación, cuestiona que se hayan
respetado las Directivas en la concesión de los permisos y critica
formalmente al Gobierno de España por no facilitar información sobre el
proyecto a la Comisión”.
Marta Hernando, responsable de ecología de Podemos Salamanca ha felicitado a los movimientos sociales que están trabajando para parar la mina, afirmando que “El
trabajo colectivo que están realizando para parar esta mina de uranio
radiactivo a cielo abierto es un ejemplo de convicción y trabajo. Desde
Podemos estamos muy satisfechos de poder ser útiles en esta lucha,
aportando nuestro trabajo en las instituciones”
La puesta en marcha de la planta que se situará en el municipio salmantino de Retortillo requiere de tres autorizaciones del Ministerio de Energía, previo informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), de las cuales, hasta ahora, se ha concedido solo una.
Se trata de una autorización previa (concedida mediante Orden IET/1944/2015, de 17 de septiembre) que está recurrida en la Audiencia Nacional,
una autorización de construcción (que fue solicitada en septiembre
pasado y que se encuentra con el procedimiento suspendido hasta que el
CSN termine su evaluación) y una autorización de explotación. Berkeley
calcula que empezará la extracción el mineral en 2019.
DdA, XIV/3579
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