sábado, 3 de junio de 2017

DEBATE ENTRE ESPINAR Y CIFUENTES, ESPIRITUOSA CON GAS

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Félix Población

Los medios del régimen han calificado de tenso el debate que han tenido Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Ramón Espinar, diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid (AM). Haga el lector el correspondiente visionado del documento audiovisual y comprobará que para tensión la que mostró en todo momento la señora presidente, temerosa sin duda de que los escándalos de corrupción que afectan a su partido puedan salpicarla. A don Ramón se le observa tranquilo y hasta educado en sus intervenciones, como por otra parte suele ser norma en él.

Debo admitir que Cifuentes se defendió muy correosamente, si bien sus contestaciones no se atenían a lo que Espinar preguntaba o no fueron todo lo convincentes que los madrileños hubieran deseado para que su presidenta saliera del debate más airosa. En todo caso, dejando al margen la mayor o menor verosimilitud de las respuestas de doña Cristina, quisiera hacer dos puntualizaciones: 

La primera se refiere a circunstancia, subrayada por Cifuentes durante el envite dialéctico para hacer valer su admiración por la Guardia Civil, de lucir para la ocasión un pin o isignia regalado por el benémerito cuerpo. Teniendo en cuenta que su comparecencia en la comisión de investigación de la corrupción de la AM se debía al informe de la UCO en el que se la involucraba en la adjudicación de la cafetería de la citada institución, no parece un detalle baladí.

Otra puntualización a destacar es la que corresponde a la utilización de la cocola como argumento refutador propio de un parvulario parvulario algo atrasadillo y no de una cabeza tan bien amueblada como de la que presumió la susodicha. (Recuerden el despiste de Espinar comprando dos botellas en periodo de boicot por la solidaridad de su partido con las trabajadoras de esa empresa). Bajar hasta ese nivel y además equivocarse, refrenda la imagen de una Cifuentes muy a la defensiva, que en algún momento quiso hacer de su defensa un ataque, confundiendo el gas, señoría, el gas, con las bebidas espirituosas.

Según la Federación de Bebidas Espirituosas (FEBE), se consideran tales a aquellas bebidas con contenido alcohólico procedentes de la destilación de materias primas agrícolas (uva, cereales, frutos secos, remolacha, caña, fruta, etc.). Se trata de productos como el brandy, el whisky, el ron, la ginebra, el vodka, o los licores, entre otros. El porqué de llamarse espirituosas, al contrario de la creencia popular que indica que sea porque elevan o alegran el espíritu, es por la definición de la palabra "espíritu", que hablando de dichas bebidas y según la RAE, es el "vapor sutilísimo que exhalan el vino y los licores". El causante de este vapor es el etanol, "alma" de las bebidas alcohólicas. 

DdA, XIV/3554

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