Félix Población
El diario Público dio a conocer ayer ¡Ahí va, la Virgen! un artículo firmado por Juan Carlos Monedero en el que el profesor de la Complutense y cofundador de
Podemos justifica la actitud del alcalde de Cádiz, perteneciente a ese mismo
partido, concediendo una determinada medalla a una determinada vírgen, tal como
señaló y criticó en su día Lazarillo en este mismo DdA. No quiero añadir nada a
esa crítica, pero sí destaco que el Reglamento de Honores y Distinciones exige
que los destinatarios sean personas físicas o jurídicas, condiciones que no reúne
una imagen, por venerada que sea. Sí quiero subrayar algunos de los párrafos que
mi estimado profesor suscribe y que no responden a la habitual lucidez con la
que su autor desarrolla sus argumentos. Dice Juan Carlos:
"Kichi seguirá escribiendo, cuando escriba de política, que
hay una iglesia que nunca ha viajado a los barrios pobres, recordará que tras
la II República y durante el franquismo nos volvieron a llevar a comulgar
literalmente a hostias e, incluso, dirá que poco a poco nos iremos atreviendo a
saber que no hay primeros motores inmóviles y que la bondad y la solidaridad
reposa en nuestra propia humanidad y no en forma de depósito de alguien que nos
tutela. Pero hoy, Kichi, es Alcalde de Cádiz y de todos los gaditanos. Y de la
misma manera que está bien que no impulse nada que nos quite la responsabilidad
de nuestros actos, hace bien en escuchar al pueblo en el momento concreto en el
que vive el pueblo, que es el ahora. Porque en un mundo emancipado es verdad
que o no habrá ni dioses ni vírgenes o habrá miles. Pero mientras tanto,
gobernamos para el pueblo que está ahí. Y gobernamos sabiendo que no es lo
mismo el poderoso que el humilde, aunque coincidan en algunos sitios. Kichi no
es el alcalde de mañana. Es el alcalde de hoy. Y qué bueno que lo tiene claro.
Y además, sin ayuda de la virgen, porque dios nunca abandona a un buen
marxista".
Que alguien me corrija si me engaño
o me engañan, pero creo que entre los compromisos del partido morado figura
uno, no sé si el undécimo, en el que se habla textualmente de construir Podemos
como plataforma para garantizar que la política deje de ser una actividad al
servicio de intereses privados. "Con este fin, todos los cargos electos y todos
los cargos internos de Podemos aceptarán, entre otros puntos, el que se refiere
a impulsar el laicismo, para lo cual se promoverá un sistema democrático
fundado en la libertad de conciencia (es decir, sin apoyar ningún culto ni
ninguna religión)".
Quiero recoger aquí asimismo las
líneas fundamentales del programa electoral de Podemos, con las que concurrió a
las elecciones del pasado mes de Junio:
- Apuesta por la educación laica, pública y de calidad. Supresión de la asignatura de religión del currículo, horario escolar y centro educativo.
- Eliminación de las capellanías y los servicios religiosos en las instituciones públicas (hospitales, universidades, prisiones, embajadas, etcétera).
- Inventario y recuperación de los bienes inmatriculados por la Iglesia Católica Apostólica Romana (ICAR) al amparo del ya extinto artículo 206 de la Ley Hipotecaria y del 304 de su reglamento, por el que se otorgaba a los obispos la categoría de fedatarios públicos.
- Derogación de los artículos del Código Penal que tipifican como delito la supuesta ofensa a los sentimientos religiosos.
- Supresión de los privilegios fiscales, como el impago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) o la financiación estatal (ya sea a través de la casilla del IRPF o de las exenciones fiscales) para la Iglesia católica y otras confesiones religiosas.
- Supresión de las celebraciones y de la simbología religiosa en los actos oficiales, de honores u homenajes a imágenes o advocaciones, así como de la presencia pública de autoridades en actos confesionales.
Debo
recordar a Kichi y a quienes justifiquen su actitud condecorando a la Virgen
del Rosario gaditana, que el PSOE (de González y Zapatero) también alardeaba de laicidad en sus congresos,
y hasta en los mítines más recientes de su redivivo secretario general lo hemos vuelto a escuchar, para
después llevar a cabo en el gobierno una política que sigue respetando los
privilegios de la iglesia católica, propios de su pasado nacional-católico.
Bajo el artículo de
Monedero en Público se puede leer una encuesta realizada entre los lectores del diario,
simpatizantes en su mayoría del partido morado, en la que más del 90 por ciento
no comparte la decisióndel alcalde de Cádiz, ni posiblemente la razones que mi estimado profesor utiliza para justificarla. Afirma Juan Carlos que Kichi es el alcalde de hoy y no el de mañana. Se equivoca: las vírgenes condecoradas son de un remoto ayer.
DdA, XIV/3549
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