Félix Población
En los corrientes tiempos de globalización y mercados
financieros desregularizados, con el concurso de los llamados padres de la
patria, se han forjado unas entidades bancarias capaces de crear no sólo múltiples
productos financieros tóxicos, sino auténticos atracos al contribuyente como el
de las cláusulas suelo.
Eduardo Luque abre este número de marzo de El
viejo topo con este asunto, resuelto por una sentencia del Tribunal de
Justicia de la Unión Europea: han mentido, han engañado, han estafado
creyéndose impunes, y ahora han de devolver lo robado. El autor recuerda que en
2014 Bankia llegó a desahuciar una familia por retraso en el pago de un recibo
de 45 euros. Con esta sentencia se abre un nuevo horizonte de lucha: la
denuncia contra las estafas financieras. A mayor abundamiento, en las páginas
siguientes, Enric Llopis entrevista a Joaquín Sánchez, cura sindicalista y
activista contra los desahucios, que acusa a los políticos de haber
desregularizado el sistema financiero. Sánchez, que se inspira para sus luchas
sociales en la triada que forman Jesús de Nazareth, Gandhi y Martin Luther
King, asegura que en la iglesia católica se ha generado un movimiento de
cardenales que enfrentan al actual papa Francisco, cuya figura considera digna
del máximo respeto y a quien saludó en el I Encuentro Mundial de Movimientos
Populares celebrado en Roma en 2014.
François Houtart, buen conocedor de la figura de Fidel
Castro, se desmarca de las hagiografías desmesuradas y las críticas feroces
para ofrecer el foco más real sobre la personalidad del fallecido líder
revolucionario cubano, recientemente fallecido. Aparte de ofrecernos la
capacidad de Castro para analizar las contradicciones del desarrollo
capitalista en contra de la naturaleza y su conocimiento exhaustivo de la
doctrina social de la iglesia católica, el artículo toca el tema de su
enfermedad así como sus relaciones con los intelectuales y el también fallecido
presidente de Venezuela Hugo Chávez.
Vuelve a tocar la revista el asunto del Procés con un
artículo de Antonia Santamaría, en que asegura que la desconexión emocional con
España se ha instalado en la vida cotidiana de la mitad independentista de la
población catalana, mientras la otra mitad continúa conectada de un modo
defensivo, en un contexto de creciente crispación. Para el autor, durante los
años de hegemonía convergente se sentaron las bases de la desconexión
ideológica, identitaria y sentimental con el resto del país. Sobre este mismo
asunto trata la entrevista de Miguel Riera con Joaquim Coll, historiador y
cofundador de la Sociedad Civil Catalana, que puso el dedo en algunas llagas
del proceso independentista catalán. Para Coll falta en España un proyecto
político ilusionante de país y el derecho a decidir es un artificio, un invento
que en el fondo no deja de ser un significado vacío.
El centenario de la revolución rusa ha llevado a Higinio Polo
a escribir sobre su líder, el joven Volodia Ulianov cuando aún no era Lenin.
Polo nos cuenta algunos pasajes de esa mocedad, entre ellos sus años de destierro
en Siberia, el cariño por su hermano asesinado y sus primeras relaciones con
quien sería su esposa, Nadezhda Krupskaia, a la que conoció en 1894 y a la que propuso
relaciones a través de una nota con tinta invisible en uno de los libros que intercambiaban
entre ambos. Tras concluir su condena en 1900, Volodia inicia su exilio en
Europa, con estancias en Paris, Berna, Ginebra y Londres, hasta su regreso
definitivo a Rusia en 1917.
Para recordar sus cuarenta años de historia, El viejo topo saca de su hemeroteca un artículo de Juan Goytisolo publicado en el número de enero
de 1982, en el que se refiere a Domingo Badía, alias Alí Bey, un barcelonés
atípico, viajero, espía, amante de lo árabe y afracesado, tan casto como
impenitente aventurero.
DdA, XIV/3490
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