Monedero y un tal Urquizu, en el El Objetivo
Félix Población
Hace tiempo que he
desertado del espectáculo protagonizado cada sábado en La sexta noche por
algunos de los tertulianos afincados en el programa desde sus inicios, asiduos
asimismo a otros platós de televisión, como si no hubiera en España mejor
género que el disponible en ese par de individuos.
En esto del
tertulianismo debe ocurrir algo similar a lo que sucedía o sucede con los
actores de doblaje: fuera del clan, no hay manera de entrar a forma parte
activa del reparto. De otro modo no se explica que una docena de nombres copen
ese tipo de emisiones televisivas, donde más que el análisis suele ventilarse la
confrontación a base de gritos, interrupciones y algún que otro ataque personal
de muy baja estofa. Al fin y al cabo, vende más el vocerío y pisotear el turno del adversario político que un debate de una cierta hondura conceptual
El pasado sábado, sin
embargo, quise comprobar lo que una amiga me había hecho notar recientemente:
que allí donde un representante de Podemos acude y se dan también cita
los de los otros tres partidos nacionales, suele ocurrir que lo que con el
bipartidismo era una confrontación a dos se ha convertido en una pugna de tres
contra uno.
Ocurrió en la edición
de La sexta noche del último sábado, en la que fue Rafael Mayoral el dirigente
de Podemos que hubo de llevarse las críticas sumadas de los concurrentes del
Partido Popular, PSOE y Ciudadanos, pero el hecho se volvió a repetir al día
siguiente en el programa de Ana Pastor El objetivo, en este caso con el
profesor y fundador del partido morado Juan Carlos Monedero como diana de sus
compañeros de plató en nombre del populismo. Fracasaron.
Habrá que seguir
observando este tipo de programas, porque posiblemente sea una constante lo que aquí
se ha consignado. Sin Podemos en los platós, el tripartito aburriría a las ovejas, por sus muy pocas diferencias, y las audiencias se resentirían. Algo similar ocurriría en el Parlamento de la nación. Es de esperar, no obstante, que los tres partidos en cuestión ofrezcan, de cara a los graves problemas que tiene el país, algo más que un programa basado en minar a Unidos Podemos, tal como persiguen ante las cámaras.
DdA, XIII/3393
1 comentario:
Si se llegara a combatir a Podemos de ese modo, es muy posible que repercutiera en contra de quienes lo hagan, tal como ha venido ocurriendo hasta ahora. El peor adeversario de Podemo es prestar demasiada atención a esas críticas y dejar al margen lo que ocupa, que es dar respuesta adecuada a los votantes que confiaron en ese partido.
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