martes, 25 de octubre de 2016

EL ACTO ACADÉMICO RELACIONADO CON LA RECIENTE PROTESTA ESTUDIANTIL CONTRA CEBRIÁN Y GONZÁLEZ



Julián Aceitero Gómez

La semana pasada saltó la noticia de que una protesta de estudiantes en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid -UAM- había impedido que el ex-presidente del Gobierno Felipe González y el Presidente del grupo empresarial PRISA, Juan Luis Cebrián, participaran en un “acto académico” programado en dicha facultad. Aunque esta noticia ha sido profusamente tratada por los medios de comunicación, el acto académico en sí mismo no habría sido analizado, siendo el objeto de este artículo analizarlo:
El periódico El País y la citada facultad, coincidiendo con el cuadragésimo aniversario de dicho periódico, organizaron el Curso (jornadas) “SOCIEDAD CIVIL Y CAMBIO GLOBAL”, dirigido por el Director del mismo  periódico y por el catedrático de Derecho Constitucional de la UAM Antonio Rovira Viñas (1). Este catedrático es Director del Máster en Gobernanza y Derechos Humanos que la “Cátedra de Estudios Iberoamericanos Jesús de Polanco” imparte (2). Y aquella cátedra así se denomina en homenaje a quien forjó y dirigió el grupo empresarial PRISA (3), al que pertenecen no solo el periódico El País (4), sino también la Fundación Santillana (5), siendo el Director de esta fundación miembro del Comité de Dirección del citado máster (2). Y en la Secretaría de dicho máster debieron inscribirse los alumnos que quisieran asistir a las sesiones del citado curso, a quienes, por presentar un trabajo-resumen de aquellas sesiones, se les reconocerán los créditos correspondientes  y se les entregará la certificación de su participación en dicho curso (1).
La intervención de Felipe González y de Juan Luis Cebrián en dicho curso estaba programada en su segunda sesión, en la que se habría tratado el tema titulado “SOCIEDAD CIVIL, ESPAÑA E [sic] EUROPA” (6):
Pues bien, además del error gramatical indicado con aquel adverbio latino (7), se aprecian otros cuatro al leer la introducción a dicho tema: “El proyecto europeo atraviesa momentos difíciles. La discutida gestión de la deuda en la eurozona, el debate siempre abierto, sobre la legitimación democrática de sus órganos e instituciones, la situación de los refugiados, está erosionando el proyecto de Unión”. Es obvio, pues, que los errores gramaticales antes aludidos hacen incomprensible la lectura  de la introducción del tema recién transcrita y al subsanarlos, es decir, al eliminar tanto su segunda coma como la cuarta y al sustituir no solo su tercera coma por la conjunción -y-, sino también el singular de la tercera persona del presente de indicativo del verbo estar por el plural de la misma, dicha introducción resulta comprensible: El proyecto europeo atraviesa momentos difíciles. La discutida gestión de la deuda en la eurozona, el debate siempre abierto sobre la legitimación democrática de sus órganos e instituciones y la situación de los refugiados están erosionando el proyecto de [la] Unión [Europea -UE-].
Y a continuación de aquella introducción se propone un debate sobre la necesidad de que la sociedad civil europea, con una identidad propia, sea capaz de impulsar y reforzar la Unión Europea, lo que en principio no parece comprensible teniendo en cuenta las causas tan dispares que la están erosionando, aludidas antes en la introducción del tema, es decir, la gestión de su deuda, la legitimidad democrática de sus instituciones y la crisis de los refugiados. Pero lo previsto era que Felipe González y Juan Luis Cebrián afrontaran dicho debate o “DIÁLOGO”  titulado “Sociedad Civil, España y Europa. El futuro no es lo que era” (6), y la mitad de este título -el subrayado es mío- es tan telegráfico que no tiene sentido y la otra mitad tampoco lo tendría o sería una obviedad: el futuro no es presente ni pasado.
Por lo tanto, no es posible profundizar en el tema que habría sido objeto de aquel  debate ni, en consecuencia, saber las opiniones previas que el ex-presidente de Gobierno  Felipe González y el Presidente del grupo empresarial PRISA, Juan Luis Cebrián, pudieran ya haber hecho públicas al respecto. En cualquier caso, sus respectivas opiniones tendrían que haber sido diferentes para confrontarlas en aquel “debate-coloquio”, tal y como fue anunciado, pero es improbable que lo fueran dado que sus relaciones político-empresariales se remontan a cuando el primero era Presidente del Gobierno y el segundo Director de El País.
Así pues, las deficiencias metodológicas constatadas en el tema objeto de debate en aquel acto, evidenciadas en los dos párrafos anteriores y, en especial, los burdos errores gramaticales constatados en el que los precede, descartan la participación de un profesor de la Facultad de Derecho de UAM en la programación de aquel acto. En consecuencia, el acto impedido por la protesta estudiantil puede considerarse  “académico” sólo porque se habría celebrado en instalaciones de dicha facultad. Y que ésta, en especial su catedrático de Derecho Constitucional Rovira Viñas, se prestara a aparentar un lustre universitario para un acto organizado por un grupo empresarial (PRISA) a su Presidente (Juan Luis Cebrián), revela la degradación ética en la que la Universidad pública española está sumida.


NOTAS
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DdA, XIII/3370

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