El siempre muy avisado Ramón Espinar, portavoz de
Podemos en el Senado, subió este martes una foto a Twitter que, según su
criterio y el de cualquier objetivo espectador, ofrece un punto de vista clave
para entender el papel de Ciudadanos en la nueva coyuntura política española.
Dado que la imagen es todo un editorial, resulta obligado –y así lo hace
Espinar- reconocer el trabajo del fotógrafo, Javier Barbancho, de la agencia
Reuters. Albert Rivera escuda su boca tras la mano derecha, con la que parece
preservar el mensaje que le dirige a don Mariano el Marrullero, para que nadie
sea capaz de leerle los labios.
Como la fotografía se tomó el pasado día 18,
fecha en que el Partido Popular y Ciudadanos -como estaba más que previsto- se avinieron a pactar las
condiciones para la investidura de Rajoy, puede que el secretismo de Rivera
obedezca a las cesiones que el partido naranja, otrora regenerador, está
dispuesto a hacer en materia de corrupción política. Espinar subió la imagen
cuando se supo que una de las condiciones de Ciudadanos pasó de ser los
imputados por corrupción política no se sientan ni en el Gobierno ni en los
escaños si Ciudadanos está en la negociación, a limitarse a aquellos
imputados por delitos de prevaricación ligados a un enriquecimiento personal o
a una financiación irregular de partidos.
Otra cesión más del partido de
Rivera que se suma a la que se produjo cuando la formación naranja retiró del
pacto el nombre de Luis Bárcenas. Según publicó este domingo El Mundo, antes de que los portavoces
de ambos partidos, Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta, declararan su amor con la firma del documento
con las condiciones de Rivera, "el PP pidió a Ciudadanos la retirada del
nombre de Bárcenas que figuraba en la redacción inicial". Así, el
documento que antes rezaba creación de una comisión de investigación
parlamentaria sobre la presunta financiación ilegal del PP 'caso Bárcenas
pasó a ser creación de una comisión de investigación parlamentaria sobre
la presunta financiación ilegal del PP.
Cabe añadir a lo anterior, además, según publica La Voz de Asturias, lo que el portavoz de Ciudadanos Nicanor García ha dicho respecto a la dimisión de cargos públicos imputados: sólo afectará al ámbito estatal, no al local y autonómico, en los que el Partido Popular está bien pringado en aquella comunidad, como lo está en otras.
¿A qué con estos pormenores da un poco más de grima esa mano de Rivera ocultando su aquiescencia a don Mariano? ¿Que pretendió pactar Pedro Sánchez con ese señor antes de que esa imagen que tanto lo ilustra como pactista vergonzante llegara hasta nosotros?
PS.- Pues dice Ciudadanos ahora que el fraude o prevaricar (obrar mal a sabiendas de que está mal) no es corrupción. Claro que no, asiente el PP. La regeneración es algo que se pronuncia con congestión nasal. Javier Moreno
JAVIER PÉREZ DE ALBÉNIZ | Cuartopoder |
¿A qué con estos pormenores da un poco más de grima esa mano de Rivera ocultando su aquiescencia a don Mariano? ¿Que pretendió pactar Pedro Sánchez con ese señor antes de que esa imagen que tanto lo ilustra como pactista vergonzante llegara hasta nosotros?
PS.- Pues dice Ciudadanos ahora que el fraude o prevaricar (obrar mal a sabiendas de que está mal) no es corrupción. Claro que no, asiente el PP. La regeneración es algo que se pronuncia con congestión nasal. Javier Moreno
AMOR SUCIO
“Sexo chungo quiero yo”, Siniestro Total.
Rafael Hernando, el
portavoz del Partido Popular en el Congreso, ha elevado su hipocresía y
su cinismo a nivel de oro olímpico durante la firma del pacto de su
grupo con Ciudadanos. “Es el principio de un gran amor”, dijo un
Hernando que lucía su mejor sonrisa de hiena, consciente de que el hecho
de que nadie le crea, de que su palabra no valga una mierda, es un
detalle insignificante: en la actual política española todo vale.
Mientras se fumaban el cigarrito de después, El Mundo informaba de que los populares habían logrado “que ciudadanos retirase el nombre de Luis Bárcenas del pacto anticorrupción”.
Hablar de corrupción en el PP sin hablar de Bárcenas es como hablar del fútbol argentino ignorando a Maradona. Inconcebible. Rafael Hernando lo sabe, y sabe que Albert Rivera lo sabe, y los dos saben que Mariano Rajoy, el rey Felipe y hasta el bueno de Froilán lo saben. Todo el mundo lo sabe, el PP es la podredumbre en estado puro, y por eso mismo cuando Rivera dice
que “el pacto contra la corrupción y por la transparencia tiene seis
condiciones de regeneración innegociables”, en realidad no está diciendo
nada. Salvo una cosa: que para alcanzar sus fines está dispuesto a que
ese gran amor del que habla Hernando sea amor sucio. Sin caricias ni
preámbulos ni susurros. Amor adicto al verbo poseer. Amor a cambio de
algo. Amor construido sobre mentiras y negocios: “Si nos tenemos que
tragar lo que hemos dicho hasta ahora, nos lo tragaremos”, aseguró el portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Juan Carlos Girauta, sin que se le escapase la risa.
En el amor, cuando es sucio, todo está
permitido. Y no hay amor más sucio que el que propone el líder de
Ciudadanos, sumisión a cambio de una miaja de poder. Ese amor cerdo que
sugiere un Rivera entregado, las rodillas sangrando y los ojitos en
blanco. Ese amor de rueda de prensa que Hernando convierte de inmediato
en sexo chungo, la exploración de orificios tan hediondos y deshonestos
como para hacer palidecer al más degenerado de los piratas sodomitas.
Justo la regeneración que necesitan PP y Ciudadanos, hermanos de sangre
sifilítica.
Rajoy asiste al acto con la boca
semiabierta y la humedad acumulándose en la comisura de los labios. Si
no se nombra, Bárcenas no existe. Si no asoma la patita, Rita Barberá
es solo una leyenda. Como las obras de Génova se hicieron sin licencia,
la reforma con dinero negro no tuvo lugar. Tragar y tragar, que diría
Girauta, invitado de honor en el bukkake electoral organizado por dos grupos de políticos pornográficos.
DdA, XIII/3346
3 comentarios:
Pedro Sanchez no pactara con el PP, bien sabe que la bases dicen no,no y no, queda claro, que PODEMOS , esperar de un Galaico y un Catalonio ?
Ojalá aciertes amigo.
Yo no lo tengo tan claro.
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