Aunque la fecha y hora coincidió
con la final de la Eurocopa de fútbol en París, el concierto inaugural de esta décimo novena edición del Festival de Música Antigua de Gijón a cargo de Gli Incogniti contó con la gran expectación
y el numeroso público que el joven y reputado curriculum de este grupo y el reconocimiento del mismo
festival merecen. Al festival no le falta el habitual concurso internacional, que este año cumple su quinta edición, y varios conciertos por parte de los alumnados del curso de canto histórico y de los cursos de improvisación e iniciaciación a la música antigua. La clausura, prevista para el 17 de julio, contará con la actuación del Euskal Barrokensemble, con El amor brujo 1715.
No cabía un espectador más en el aforo del Antiguo Instituto ante la presencia de un conjunto de
referencia como es Gli Incogniti, formado hace diez años y que cuenta con
Amandine Beyer como magnífica violinista, impartidora además de unas interesantes master
class, programadas asimismo dentro de las varias actividades que se incluyen en
el festival, entre ellas cursos y conferencias sobre la música antigua para
niños y adultos.
Gli Incogniti tienen el fundado convencimiento de que sólo es posible compartir aquello de lo que se disfruta, de ahí que sus interpretaciones intenten la transmisión del gozo que la música procura a sus intérpretes y sus actuaciones y grabaciones suelen deparar a los oyentes. En el repertorio del grupo están tanto primeras grabaciones mundiales de obras de N. Matteis, J. Rosenmüller o Vivaldi, como obras tan conocidas como Las cuatro estaciones de este último compositor o los Concerti Grossi de Corelli. El conjunto ha viajado por múltiples países de Europa, Asia y América, con una participación muy bien acogida en reputados festivales: Utrecht, Sablé, Regensburg, Via Stellae, Théâtre de la Ville, Inssbruck, Boston, Urbino, Brujas, etc.
Gli Incogniti tienen el fundado convencimiento de que sólo es posible compartir aquello de lo que se disfruta, de ahí que sus interpretaciones intenten la transmisión del gozo que la música procura a sus intérpretes y sus actuaciones y grabaciones suelen deparar a los oyentes. En el repertorio del grupo están tanto primeras grabaciones mundiales de obras de N. Matteis, J. Rosenmüller o Vivaldi, como obras tan conocidas como Las cuatro estaciones de este último compositor o los Concerti Grossi de Corelli. El conjunto ha viajado por múltiples países de Europa, Asia y América, con una participación muy bien acogida en reputados festivales: Utrecht, Sablé, Regensburg, Via Stellae, Théâtre de la Ville, Inssbruck, Boston, Urbino, Brujas, etc.
En el Festival de Música Antigua
de Gijón, y bajo el título BWV…or not.
The inauthentic Bach (with authetic instruments), el programa se abrió con el
Trío sonata en sol mayor, de J.S. Bach o C.P.E. Bach (BWV 1038), para seguir
con la sonata en do menor 4 de J.G. Pisendel (BWV 1024) y concluir en su primera
parte con el Trío sonata en do menor (BWV 1079) de J.S. Bach, con sus dos
extraordinarios allegro y el melancólico y enternecedor andante.
La segunda parte, más breve, se inició con la intimísima Sonata en sol menor (BWV), de C.P.E. Bach, con Manuel Granatiero (flauta traversa) y Anna Fontana al clave, y finalizó con el Trío sonata en re mayor a partir de la BWV 128, de J.S. Bach, que entusiasmó al público. Aparte de los músicos nombrados intervinieron en el concierto Baldomero Barciela (viola da gamba) y Francesco Romano (tiorba). Todos ellos recibieron un entusiasta aplauso por parte del respetable.
Bien se puede decir que la apertura de esta nueva edición del Festival de Música Antigua, que todos los veranos se celebra en Gijón en el mes de julio y cuyos conciertos son en su mayor parte de libre entrada y muy concurrida asistencia, se inició de manera sumamente brillante y digna de resaltar en el calendario veraniego de la cultura musical en España.
DdA, XIII/3318
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