Félix Población
Siempre he tenido por Gaspar Llamazares un cierto
respeto y simpatía. Me ha parecido, a lo largo de su dilatada carrera como
parlamentario de Izquierda Unida, un diputado brillante, que trabajaba y
documentaba concienzudamente sus discursos y que en la mayoría de las ocasiones
atinaba con lo que el electorado de la testimonial y minoritaria izquierda real
pensaba.
Don Gaspar, sin embargo, desde que afloró
Podemos, mostró una clara antipatía por el partido morado, al que consideraba
desideologizado y oportunista, además de con manifiestas intenciones de devorar
a IU. Opiniones como la suya en el seno de la coalición, como la del
coordinador Cayo Lara, fueron las que pesaron de manera decisiva para que
Izquierda Unida/Unidad Popular desistiera de vincularse con Podemos en las
elecciones del 20D, si bien en la formación morada se dieron similares y
reprochables resistencias.
Cuando esa unidad se dio, con vistas a los
comicios del 26J, don Gaspar fue de los que manifestó su disconformidad. Ahora
ha hecho unas declaraciones al diario El Mundo, a las que no puedo ser ajeno
como votante que fui de IU y como votante de Unidos Podemos (UP) en los últimos
comicios. La mayor caída de UP el 26J se dio en Asturias, le hace notar el
periodista, como responsabilizando a Llamazares de su influencia como diputado
regional por IU y del eco que pueden haber tenido sus declaraciones, tanto en
aquella región como en el resto del país: "Me sobrevaloran. Yo no
tengo poder para movilizar un millón de votantes. Lo que tienen que entender es
que hay una parte de nuestro electorado que no traga al Coletas ni son
partidarios de su frivolización de la política. Luego se refiere a un estudio
de Sánchez Cuenca según el cual en los sitios donde IU tiene más respaldo
electoral es donde se han registrado los peores resultados de Unidos
Podemos".
Según don Gaspar, "los votantes han castigado
que la izquierda no nos pusiésemos de acuerdo en diciembre y la campaña ha sido
un desastre, ha confundido a nuestro electorado. Iglesias empieza siendo el 15M
y acaba abrazando a Zapatero. Empieza siendo pacifista y acaba con un candidato
de la OTAN. Empieza siendo rojo, rojo y acaba siendo socialdemócrata. La unión
ha sido de laboratorio y en química cuando fuerzas una disolución acaba en
precipitación. Podríamos haber empezado la confluencia en las europeas para que
madurase con el tiempo". Finalmente, concluye Llamazares este párrafo con
una frase propia de Pedro Sánchez, que también culpabilizó a Podemos del
fracaso de un pacto imposible con el PSOE y Ciudadanos: "Hemos perdido una
oportunidad histórica de batir a la derecha y hemos acercado al poder al PP sin
que haya hecho su regeneración".
Comparto algunos puntos de vista de don Gaspar y
disiento totalmente de otros, pero me disgusta sobremanera el calificativo con
el que se refiere al candidato número uno de Unidos Podemos, coalición por la
que Llamazares hizo campaña desde Izquierda Unida, pues tal calificativo ("El
Coletas") lo comparte con destacados dirigentes del Partido Popular y el
periodismo pantuflo de la derecha más ultra. Si a don Gaspar le une con ese
tipo de personal la falta de respeto por quien encabezó la coalición por la que
participó en sus mítines, algo que me resisto mencionar hace dudar la consistencia
y objetivo criterio de algunas al menos de sus razones.
Antes, cuando la izquierda en España se dividía
entre quienes participaban en las urnas y los que se abstenían por su ideología
libertaria, los anarquistas cargaban con lo que ahora Llamazares reprocha a
Podemos y sin embargo se debe en buena medida a la abstención (en este caso no
explícita) de muchos votantes de su Izquierda Unida, aunque la más de don
Gaspar sea Izquierda Abierta. Nos han derrotado por dentro, dijo
Julio Anguita al conocer los resultados del 26J, y mientras -tal como don Julio
apunta en cita que ilustra este artículo-, avanzamos hacia atrás con la derecha al mando,
tal como ocurrió en todos los comicios de nuestra historia en los que la
izquierda ofició de sectaria. Esta es su más reconocida virtud histórica a ojos
de cualquier partido conservador que se precie.
DdA, XIII/3313
3 comentarios:
Coincido con mi admirado Julio Anguita y éste cefalòpodo que estudió en el colegio de los jesuitas en Gijón le añadiría a su cita postelectoral la frase que aún pervive en el interior del gijonés colegio de la Inmaculada:
EL ENEMIGO ESTÁ DENTRO: DISPARAD SOBRE NOSOTROS.
Así actuaron algunos viejos caciques de IU.
No sé si el enemigo está dentro o el enemigo entra, amigo Cefa, según otra versión que circuló sobre la "heroica" frase de los golpistas.
Disparan sobre nosotros, el enemigo entra, sería esa otra versión, Cefa.
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