martes, 26 de julio de 2016

DEL ROBLE DE GUERNICA AL ROBLE DE LA GÜRTEL


FÉLIX POBLACIÓN

No lo aseguraría, pero es muy probable que nuestro siempre bien querido y admirado El Roto se haya servido de una información publicada ayer en el diario El País -donde Rábago mantiene su punto de mira como una acerada y lúcida mirada sobre nuestro azaroso tiempo- para publicar la colaboración del día de la fecha que sirve de ilustración a este comentario. 

Ayer leímos en el citado periódico que el roble en el que el Ayuntamiento de Pozuelo se gastó la nada módica cantidad de 104.000 euros durante la gobernación de ese municipio por parte de Jesús Sepúlveda (PP), investigado en la trama Gürtel, está completamente seco. Fuentes municipales aseguran  que el árbol aún mantiene señales de vida y que por ese motivo no lo talan, pero el desmochado ejemplar aguanta en pie gracias al consiguiente apuntalamiento, con su estampa decrépita alzada sobre el Parque de las Cárcavas, un ámbito verde que a los habitantes de la localidad le ha salido por un sobrecoste del 80 por ciento, pasando de los cuatro millones y medio de euros previstos al doble. 

Para quienes estamos más o menos familiarizados con la investigación en la reciente Historia de España, con especial dedicación a la guerra de 1936, el roble tiene la significación especial del que -como símbolo de las libertades vascas y de las libertades en general (gracias a Picasso)- se mantiene arraigado al pie de la Casa de Juntas de Guernica, una de las ciudades masacradas por la aviación nazi durante el conflicto armado, y que se mantuvo en pie a pesar del crudelísimo bombardeo, hasta que en 2004 fue víctima del hongo Armillaria mellea y fue sustituido por otro ejemplar más joven, nacido en 1986.

Tal parece, leyendo la noticia fechada en Pozuelo, que más daño que el producido en su día por  los bombarderos de la Legión Condor sobre el carismático roble de Guernica ha resultado para el Roble de las Cárcavas el tejido social muerto sobre el que se asienta la corrupción de la trama que lo nombre, según la perspicaz lectura suscrita por El Roto. 

Dice el portavoz del Partido Socialista en el Ayuntamiento de la aludida localidad que se sigue manteniendo el ejemplar en pie y gastando dinero en su mantenimiento porque el Partido Popular ha decidido que de esa forma no se habla de su polémica adquisición. Añade que la muerte del árbol más caro de España se veía venir porque se trata de un roble de los pantanos, cuya sobrevivencia en medio de la meseta madrileña era más que cuestionable. Como lo es la democracia cuando la corrupción se asienta sobre un tejido social ya muerto.

DdA, XIII/3326

1 comentario:

Anónimo dijo...

Parece una visión en extremo pesimista, pero de momento no hay otra y se están dando cada día pasos para que siga siendo la misma.

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