Lazarillo
A lo largo de los últimos cuarenta años, este Lazarillo no ha sentido ninguna simpatía especial hacia ninguno de los políticos forjadores de la Transición en España, como no fuera, si acaso, por el profesor Tierno Galván, a quien tuvo el gusto de conocer. Más que nada por lo que indica Gregorio Morán acerca de ese período en el libro que Félix Población comenta en este mismo número de DdA. Quizá por esto, y cuando ya estoy muy lejos de aquella juvenil etapa proclive a los afanes impulsivos y las creencias apasionadas, experimento una especie de perplejidad al confesar y compartir lo que mi apreciado Manuel Monereo comenta hoy en el diario La Opinión de Murcia, y que en su día le participé a Javier Iglesias a propósito de la expectación que su hijo despierta en los auditorios: Pablo es un estadista a la altura de Winston Churchill
o Juan Negrín.
Dice Monereo: "Pablo Iglesias es un político singular, porque es un político al que le importan las ideas. En general, parece que hay una cierta incompatibilidad entre ser político y tener ideas. Es un estudioso, con mucha capacidad analítica, muy inteligente, bastante radical en sus posiciones, sobre todo en lo que se refiere a la defensa de los trabajadores y de los sectores más dañados de la sociedad. Tiene mucha intuición y es valiente, muy valiente, capaz de arriesgar mucho sin importarle los costes". ¿Cree que se acabará cansando de esto?, pregunta el periodista: "A él le gustaría cansarse, pero no se cansará. Mire, hay varias formas de llegar a la política. Una, para ganar dinero, como dijo un político al que no voy a nombrar, porque me he olvidado de su nombre. Otra, para mandar, por la erótica del poder. Una tercera vía es para dirigir un proyecto de país. Pablo es un estadista a la altura de Winston Churchill o Juan Negrín. Personas que tienen un proyecto de país y usan la política para llevarlo a cabo. El proyecto de Podemos es disputarle la hegemonía tanto al nacionalismo español como al periférico. Eso una novedad radical en la política española. Podemos está intentando convencer a los españoles de que la única manera de construir una España unitaria es reconociendo su diversidad. A mi juicio, es un proyecto novedoso y complicado, pero con mucha grandeza".
No se pierdan las perspicaces previsiones que Monereo hace en la aludida entrevista a propósito del inmediato porvenir. +@Entrevista con Manuel Monereo.
Dice Monereo: "Pablo Iglesias es un político singular, porque es un político al que le importan las ideas. En general, parece que hay una cierta incompatibilidad entre ser político y tener ideas. Es un estudioso, con mucha capacidad analítica, muy inteligente, bastante radical en sus posiciones, sobre todo en lo que se refiere a la defensa de los trabajadores y de los sectores más dañados de la sociedad. Tiene mucha intuición y es valiente, muy valiente, capaz de arriesgar mucho sin importarle los costes". ¿Cree que se acabará cansando de esto?, pregunta el periodista: "A él le gustaría cansarse, pero no se cansará. Mire, hay varias formas de llegar a la política. Una, para ganar dinero, como dijo un político al que no voy a nombrar, porque me he olvidado de su nombre. Otra, para mandar, por la erótica del poder. Una tercera vía es para dirigir un proyecto de país. Pablo es un estadista a la altura de Winston Churchill o Juan Negrín. Personas que tienen un proyecto de país y usan la política para llevarlo a cabo. El proyecto de Podemos es disputarle la hegemonía tanto al nacionalismo español como al periférico. Eso una novedad radical en la política española. Podemos está intentando convencer a los españoles de que la única manera de construir una España unitaria es reconociendo su diversidad. A mi juicio, es un proyecto novedoso y complicado, pero con mucha grandeza".
No se pierdan las perspicaces previsiones que Monereo hace en la aludida entrevista a propósito del inmediato porvenir. +@Entrevista con Manuel Monereo.
DdA, XII/3213
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