miércoles, 3 de febrero de 2016

COMO SI EN NUESTROS DÍAS EXISTIERA LA INDEPENDENCIA DE GOBERNAR...


Foto de Laureano Garcia.

RESPUESTA: PORQUE EL PODER GLOBAL ES FRUTO DE SAQUEADORES

Andrés Sorel 

Como si en nuestros días existiera la independencia para gobernar. Como si los gobiernos no debieran supeditarse a los dictados y leyes que imponen los verdaderos gobernantes: los poderes económicos y empresariales de las Dictaduras de Estados Unidos y Europa -con Alemania a la cabeza-: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo, las oligarquías dominantes. Pero el espectáculo sigue. Las torticeras palabras, los argumentos engañabobos, las tertulias insoportables, los editoriales al servicio de quienes les mantienen de los grandes periódicos, todo un circo para embobar a los ciudadanos con el medio  principal, la televisión- al que corren, desesperados, los candidatos, para gritar, que de esbozar razonados argumentos no se trata. Y mostrando sus ansias de sentarse en escaños congresuales, poltronas ministeriales para que continúe la farsa de que gobiernan ellos, y comenzar a contemplar de dónde y cómo pueden extraer sus mayores ganancias y beneficios. En el cansancio y la abulia que nos provocan, y en la absoluta desconfianza hacia el gobierno que, según las circunstancias y los acomodaticios pactos se conforme, comprendemos, en esta visualización que se nos impone, la actualidad de viejas palabras escritas por Hans Magnus Enzensberger,que reproducimos:


"El analfabeto secundario no tiene ni la menor idea de que es analfabeto secundario. Se tiene por bien informado, es capaz de descifrar las indicaciones para el uso de los objetos que compra, los pictogramas y los cheques, y se mueve en un mundo que le aísla herméticamente de cuanto puede inquietar a su conciencia. Es impensable que naufrague en el mundo que le rodea. Es él el que le ha producido y formado para garantizar su estabilidad y permanencia.

El analfabeto secundario es producto de una nueva fase de la industrialización. El medio ideal para el analfabeto secundario es la televisión. Al hecho de ser retrasado mental es a lo que debe la televisión su encanto, su irresestibilidad, su éxito. En este proceso la regla será que los analfabetos secundarios ocupen las posiciones más elevadas en la política y en la economía".

DdA, XII/3203

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