Félix Población
El tiempo vuela y la memoria se hace olvidadiza, pero muchos
recordamos que cuando Corcuera fue nombrado ministro del Interior en 1988 hubo
quienes resaltaron el acceso a ese cargo de un obrero, pues el mentado tenía
como oficio el de electricista. Luego vinieron la ley de la patada en la puerta
y los GAL, hasta que Corcuera dejó esa cartera en 1993, con la
guerra sucia contra ETA como uno de los capítulos más lamentables de la
gobernación de don Felipe.
Ahora don José Luis, en compañía de algunos más de
la vieja guardia, almuerza en un céntrico hotel madrileño para tratar de
asesinar políticamente en el comité federal a Pedro Sánchez, creyéndose quizá imprescindibles
en la pugna que se dirime en el Partido Socialista, a favor y en contra del actual
secretario general. El enredo tiene su enjundia, sobre todo porque don Felipe,
en una extensa entrevista concedida ayer al diario El País -cual si González
siguiera en La Moncloa-, se desdijo de lo declarado un día antes al ABC en
torno a un gobierno PP/Ciudadanos -con la abstención del PSOE- y no dejó en
claro lo que quiere, aunque sí lo que no quiere: que su partido se alíe con
Podemos.
Para González, el partido de Pablo Iglesias Turrión es lo mismo que
para Aznar, pues ambos coinciden en calificarlo de bolivariano y comunista, si
bien don Felipe añade lo de leninista 3.0 y don José María lo de chavista,
separatista y vendido al oro negro iraní, conceptos todos ellos propios del viejo régimen dictatorial. Parece mentira que dos líderes
políticos y expresidentes del gobierno, tan enfrentados un tiempo en la lucha
por el poder, coincidan ahora en sus apreciaciones sobre el partido que ha venido a incentivar la vida política española y a promover una nuevas
expectativas de cambio, tal como en su primera etapa las promovió el señor
González.
Uno y otro faltan al respeto y denigran con sus opiniones a esos
cinco millones y pico de españoles que han optado en las últimas elecciones por
votar a Podemos. No es extraño en el caso de Aznar, cuya trayectoria política
quedó tan enlodada tras su conspiranoia en torno a los atentados del 11-M, pero sí sorprende y avergüenza en la de González y en la de quienes piensan como él en ese
almuerzo celebrado ayer en un céntrico hotel madrileño.
El felipismo en
extinción falta al respeto y denigra a lo mejor de la historia del PSOE y a una
mayoría de su militancia, que se identifica con el mensaje de apoyo dirigido a Pedro Sánchez, hecho público ayer
por más de 300 de sus dirigentes y afiliados: Cualquier tentativa de gran coalición con la
derecha significaría dar continuidad a las políticas de recortes y negación de
derechos perpetradas por el gobierno del PP, truncando la aspiración expresada
en las urnas de forma mayoritaria. Por ello, saludamos y apoyamos tu firmeza al
decir que ningún pacto con la derecha, y apoyamos tu propuesta de liderar una
mayoría de izquierdas".
+@Por qué abandoné el PSOE, María Dolores Amorós, Nueva Tribuna.
+@Felipe González acusa a Podemos de apoyar al socialismo y a los obreros.
+@Felipe González acusa a Podemos de apoyar al socialismo y a los obreros.
DdA, XII/3198
No hay comentarios:
Publicar un comentario