Félix Población
Hoy hubo dos mítines en Madrid muy concurridos. El de Podemos en la Caja Mágica sobrepasó en asistencia al de Ciudadanos en Vistalegre. El primer partido congregó a 11.000 personas y el segundo a 10.000, según las crónicas publicadas en ElDiario.es. (En el primer caso los organizadores dicen que 12.000 y con mucha gente en el exterior que no pudo entrar). Si se me pidiera cómo reflejar en una imagen la substancial diferencia entre uno y otro evento, elegiría sin duda las dos fotografías que ilustran este comentario. Probablemente no necesiten más palabras que las que quedan inscritas en las mismas. Sólo me permitiré hacer constar que hubo un día una España en el que el único modo de llenar los aforos consistía en pertrechar a los asistentes de banderitas y pagar buses y bocadillos. Si las pancartas se traen de casa, con el pulso y letra de quienes las suscriben, y además dicen lo que dicen, no cabe añadir más, sino que la alegría de Avelino no se tronche, como la primera vez.
5 comentarios:
Enhorabuena por el blog. No lo conocía. Saludos.
Más banderitas que voces. Faltan los bocatas.
Por cierto, ¿nadie tiene fotos de dónde aparcaron los buses?
on muchos los afiliados de Ciudadanos que han sido expedientados y expulsados por denunciar de manera argumentada los tentáculos de FAES, del Opus Dei y de universidades y escuelas de negocio, así como de profesionales de la arquitectura, de la economía o del derecho vinculados a la Obra en la expansión y financiación territorial de Ciudadanos”. “A ello -añade- hay que sumar que gran parte de la financiación procede, en la práctica, del dinero de los tributos que se cobran localmente a los vecinos, es decir, a través del dinero de los grupos municipales de la formación naranja y de otros partidos políticos a los que Rivera ofrece incorporarse a su ‘Marea Naranja’, a cambio de que, una vez formalizada su integración, aún siendo formaciones políticas independientes, manden a Barcelona el 100% del dinero que reciban del ayuntamiento a través de los grupos políticos”. Carlos Delgado considera que “estamos ante corporaciones locales que, de manera indirecta, funcionan como colonias a expoliar por esa metrópoli con sede en la Ciudad Condal. Las agrupaciones locales son puras y duras franquicias en el peor sentido de la palabra”.
Son muchos los afiliados de Ciudadanos que han sido expedientados y expulsados por denunciar de manera argumentada los tentáculos de FAES, del Opus Dei y de universidades y escuelas de negocio, así como de profesionales de la arquitectura, de la economía o del derecho vinculados a la Obra en la expansión y financiación territorial de Ciudadanos”. “A ello -añade- hay que sumar que gran parte de la financiación procede, en la práctica, del dinero de los tributos que se cobran localmente a los vecinos, es decir, a través del dinero de los grupos municipales de la formación naranja y de otros partidos políticos a los que Rivera ofrece incorporarse a su ‘Marea Naranja’, a cambio de que, una vez formalizada su integración, aún siendo formaciones políticas independientes, manden a Barcelona el 100% del dinero que reciban del ayuntamiento a través de los grupos políticos”. Carlos Delgado considera que “estamos ante corporaciones locales que, de manera indirecta, funcionan como colonias a expoliar por esa metrópoli con sede en la Ciudad Condal. Las agrupaciones locales son puras y duras franquicias en el peor sentido de la palabra”.
13/12/15 20:14
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