Félix Población
Por si hubiera alguna
duda -yo nunca la tuve-, Albert Rivera ha dicho que su formación política -tan regeneradora
como se presentaba- prestará apoyo al Partido Popular. No lo ha dicho con estas
palabras, pero sí que facilitará un gobierno del PP -con don Mariano de
presidente, incluso-, si el PP resultara ser el partido más votado. Como las
encuestas parecen exponer claramente que el Partido Popular ganará las
elecciones, Rivera se decantará en última instancia por más de lo mismo, ante
el temor de que un pacto PSOE/Podemos acabe con el gobierno de la derecha.
¿Qué
efectos tendrá la decisión de Albert Rivera en los ciudadanos proclives hasta
ahora a votar a Ciudadanos? No lo podremos saber –a falta de encuestas- hasta
que los españoles voten mañana, pero puede que la intención del líder de este
partido sea recolectar votos en la derecha desencantada -antes que en el centro-izquierda del que dijo presumir-, ante la probabilidad de
que esos últimos sondeos que circulan por el interior de los partidos y hasta
los propios cálculos de Rajoy cuchicheados a Merkel, den a Podemos muchos más
votos de los estimados antes de la campaña electoral.
Si esto último ha coincidido además con un ostensible decrecimiento de Ciudadanos, como también dejan ver las
encuestas, la postura de este partido puede quedarse al fin en muleta de la
derecha más corrupta que ha tenido este país a lo largo de los últimos cuarenta
años. Esta parece ser, al cabo, la ilusión con la que don Albert nos estimulaba a votar por su alternativa. ¿Se acuerdan que el director del Banco de Sabadell dijo aquello de que había que crear un Podemos de derechas? Pues ahí está.
DdA, XII/3171
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